La agrupación ciudadana Acción por los Cisnes de Valdivia solicitó al tercer Tribunal Ambiental ubicado en la Región de Los Ríos, ser parte coadyuvante en el proceso de alegatos de la Norma Secundaria de Calidad Ambiental del río Cruces, la cual intenta ser derogada por la empresa Celco, la Corporación para el Desarrollo de la Región de Los Ríos -Codeproval (de la que también es parte Celco) y la Forestal Calle Calle.
El instrumento público discutido desde principios de 2005 y tan presionado por la ciudadanía, surge debido al desastre medioambiental ocasionado en 2004 por Celulosa Celco y Arauco, controlada por el grupo Angelini.
La empresa instaló una planta de celulosa a sólo 20 kilómetros arriba del Santuario de la Naturaleza en el río Cruces de Valdivia, arrojando sus desechos tóxicos al medio ambiente, invadiendo el hábitat de los animales y provocando la muerte masiva de cisnes de cuello negro.
Debido a lo ocurrido, la Norma Secundaria de Calidad Ambiental (NSCA) establecería los límites de distintas sustancias que pueda recibir el río, evitando que sea saturado y contaminado, es decir, el objetivo es conservar y proteger el entorno. Sin embargo, sectores económicos están llevando a cabo acciones legales con el fin de invalidar la regulación.
Para Acción por los Cisnes la norma “es un avance sustantivo para la preservación de la calidad de las aguas de los ríos de Valdivia y un instrumento necesario para regular la conservación y usos en un ecosistema vulnerable». Por lo mismo, dicen, «parece insólito que empresarios aleguen ahora que no hubo participación para su elaboración y que busquen dejarla sin efecto porque afecta a sus intereses”.
El coordinador del Programa Ciudadanía e Interculturalidad del Observatorio Ciudadano, y miembro de Acción por los Cisnes, José Araya, destacó que «la Norma Secundaria de agua es un gran avance en materia medioambiental y venir al Tribunal Ambiental a pedir su derogación es una total exageración”.
Finalmente, de acuerdo a la reclamación ingresada el 5 de enero de 2016 ante el Tribunal Ambiental por los representantes legales de Celco, Mario Galindo y Andrés Bordalí, la empresa manifiesta que “los parámetros de calidad de las aguas considerados en la norma, tendría como única consecuencia (indirecta) aumentar aún más las ya altísimas exigencias impuestas a Planta Valdivia y, por cierto, la imposibilidad técnica de adaptarse a ellas”.
Por Francisca Arriagada.
El Ciudadano
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