Luego del duro frente de mal tiempo que afectó al norte grande del país, el Gobierno decretó Estado Excepción en la Región de Antofagasta, además de una alerta sanitaria luego de que el Hospital de Tocopilla se viera afectado por un anegamiento en el primer piso a raíz del barro arrastrado por el aluvión que comenzó el 5 de octubre cuando las aguas bajaron por cinco quebradas hacia las poblaciones Las tres Marías; Pacífico Norte; La Patria, 5 y Lautaro, entre otras.
Ya van 3 muertes producto de esta emergencia, identificadas según la Secretaría regional ministerial de Gobierno como una niña de cuatro años; Mirna Bugueño (75) y Teresa Díaz (56). Además son 830 vecinos los que se mantienen en las escuelas Arturo Prat y Pablo Neruda, mientras que el resto de los afectados fueron trasladados a los albergues habilitados.
La situación le entrega al Gobierno facultades extraordinarias para comprar directamente servicios o trasladar a funcionarios a las comunas afectadas, como lo ha hecho hasta el momento la Armada y otros organismos de emergencia del país.
Fernando San Román, alcalde de Tocopilla, conversó con El Ciudadano y explicó que en primera instancia no les dijeron que había riesgo de aluvión, es decir, en el reporte entregado no les advirtieron que iba a llover tanto, “no decía que eran más de 20 milímetros, se hablaba de máximo 15, que eran moderadas a fuertes lluvias, pero nunca se nos dijo que caerían 29 milímetros de agua”.
No les advirtieron el peligro que corrían y por otro lado la población no cuenta con vías que sostengan emergencias de esa magnitud. San Román aclaró que enviaron un documento (Pladeco) en 2013 al gobierno de Piñera donde advirtieron que las quebradas eran de riesgo aluvional. El municipio no tiene los recursos para construir vías seguras, el alcalde declaró que su construcción dependen del Ministerio de Obras Públicas (MOP) porque son obras millonarias de 2 mil millones hacia arriba.
Existe un convenio de programación con el MOP y el gobierno regional para construir vías aluvionales que cuesta 56 mil millones de pesos y es evidente que un municipio pobre como Tocopilla, que tiene 3 mil 500 millones de pesos anuales para toda la ciudad no tiene los recursos. “No podemos construir ni un milímetro o centímetro de una piscina decantadora, esas son obras de gran envergadura que las construye en todo Chile la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP”.
Según San Román la situación que vive la II región es una responsabilidad de todos, pero fundamentalmente el Estado tiene que entender que la gente que construye en una zona de riesgo no es porque quiere ni porque le gusta estar ahí. “Es porque al no tener los recursos ni la plata de los ricos que pueden construirse una casa o una mansión donde quieran, buscan un lugar donde vivir, por lo tanto, se toman un terreno y construyen ahí, pero no porque quieran, sino porque no tienen otra alternativa”.
La autoridad tocopillana explicó que las poblaciones afectadas están desde los años 80 que incluso cuando ellos llegaron ya tenían problemas de esta envergadura, por eso increpa al Estado para que entregue soluciones reales y un plan que tome en cuenta a familias que han sido olvidadas con el pasar de los años.
En relación al trabajo desplegado hasta ahora, el edil dijo que tienen un despliegue militar que ha servido bastante, por ejemplo la armada está trabajando en rescates aéreos y marítimos en el borde costero y en las caletas con provisiones, pero es difícil porque existen muchos cortes en la ruta que entorpecen la ayuda.
También señaló que han tenido una buena coordinación con los organismos públicos, en especial con el gobernador y el intendente, donde más allá de poseer roles distintos, todos coinciden en que el Gobierno nacional debe enviar los recursos necesarios que prometió la Presidenta, “confío en que será así, pero estaremos atentos a que finalmente se cumpla”. Afirmó.
En cuanto a planes futuros dijo que no les han señalado nada, pero que hay una presión de la emergencia, saben que entregar frazadas, colchones, agua y alimentos básicos es lo primordial en el minuto, pero que al mismo tiempo el MOP, Mideplan, el Municipio de Desarrollo Social y también de la misma gobernación y el ministerio de Vivienda, deben trabajar un catastro que levantará un plan sobre cómo atender a las distintas personas.
San Román dice que como municipio serán exigentes porque quieren que a partir de ahora se entreguen soluciones de fondo y no parches, “no sacamos nada con reconstruir viviendas en lugares que son de riesgo, lo que tenemos que hacer es darles casas de mejor calidad en una población digna a todos quienes lo necesitan y además aprovechar esta ocasión -en el buen sentido de la palabra- para resolver temas históricos que no se han resuelto como la calidad de las viviendas. Tenemos adultos mayores con hogares que se mojan y se inundan, ellos no pueden arreglarlas por sus medios, tienen pensiones miserables”.
Esto quiere decir que el Estado no puede quedarse con resolver problemas a través de ayudas básicas y mínimas que serán olvidadas en un mes, dejando de lado las soluciones de fondo. En el mismo escenario, habló sobre la relación con las mineras y grandes empresas instaladas en Tocopilla y los grados de responsabilidad frente a catástrofes climáticas y desclasificó que tienen que estar exigiendo, peleando con ellos para que aporten más recursos, “lo que entregan las grandes empresas a Tocopilla es bastante poco para las utilidades que tienen, generan electricidad, contaminan y crean problemas, pero aportan poco”.
Entonces, es importante que las empresas aporten más, pero también que existan leyes mejores porque no pueden estar mendigando con caridad a las empresas, lo que tiene que haber es un ordenamiento jurídico que las obligue a aportar lo que corresponde, que se les saque más impuestos y que dejen recursos en las comunas donde están instaladas, donde además generan externalidades.
”Tenemos que esperar que vengan de Santiago a resolvernos los problemas, pero lo único que necesitamos son recursos y herramientas para hacernos cargo de nuestra ciudad. Hay una gran cantidad de voluntarios, el pueblo de Tocopilla ha estado en las calles limpiando con palas, picotas, otros entregando café, pan y alimentación a los que trabajan y a los damnificados. Eso es tremendamente valorable”. Declaró el político.
El que la gente trabaje en conjunto con las autoridades, los bomberos y organismos de emergencia es digno es destacar en la medida que un pueblo con sus organizaciones y voluntarios está haciéndose cargo de levantar la ciudad.
Sobre el plan de resguardo para la población que teme dejar sus viviendas por robos o delincuencia, sostuvo que los militares están cuidando las calles, pero que aún no se decreta toque de queda porque no es necesario, “es un lugar tranquilo y existen sectores puntuales de posibilidad de delincuencia que han sido abordados con más patrullajes en las poblaciones”.
Las necesidades básicas son harta agua embotellada para los voluntarios y para los sectores en sequía. Es un radio muy reducido el que está sin agua pero es profundamente necesaria porque se está agotando en la ciudad, además de ropa, calcetines y zapatos para los albergados.
Finalmente San Román manifestó que la alimentación será entregada por el municipio e instalarán comedores populares con las juntas de vecinos del sector. Para trabajar en la limpieza se requieren palas, picotas, guantes, maquinarias y manos. Sin embargo, “quienes no tengan nada que aportar serán bienvenidos para ayudar en Tocopilla”.