La conservación de la diversidad biológica es uno de los pilares de la preservación del medio ambiente como un todo. Tiene un valor intrínseco para los seres humanos, ya que sustenta la propia existencia, la economía y el desarrollo social. Representa por tanto un activo global de gran trascendencia para las generaciones presentes y futuras.
Desafortunadamente, a pesar de la importancia que se le otorga, esta biodiversidad se encuentra en permanente amenaza. Es el caso de la intención de la generadora eléctrica Colbún, controlada por el Grupo Matte, que proyecta la construcción de una central hidroeléctrica en la caja del río San Pedro a unos 14,5 km aguas abajo del desagüe del lago Riñihue, entre las comunas de Los Lagos y Panguipulli, Región de Los Ríos o “de las represas” como alguien señala.
Resulta que a través de un comunicado, Colbún indica que busca «generar instancias de diálogo que nos permitan identificar cómo podemos integrar y vincular adecuadamente el proyecto a su entorno ambiental y social”. Sin embargo, el geógrafo, Patricio Contreras Fuentes, del Movimiento Valdivia Sin Represa, refuta tal idea porque “en circunstancias que el proyecto de central hidroeléctrica tal como fue conocido el año 2008, no pudo construirse adecuadamente debido justamente a problemas del medio natural. La zona donde se emplaza el proyecto no cuenta con las condiciones para instalar una pared estable para represar el río San Pedro, lo que constituye un riesgo para la población aguas abajo, es decir, a las localidades de Los Lagos y Valdivia, sin contar a otras localidades de menor tamaño. Además el Terremoto de 1960 y el «Riñihuazo» dejó amplias huellas en este río”.
Más allá de los impactos al medioambiente, como vemos la discusión hoy está centrada en el aspecto social. Esto, porque hace unos días Colbún convocó a una reunión de socialización del proyecto a las organizaciones ambientales de Valdivia. No obstante, Valdivia Sin Represa se restó de la cita, porque reunirse “fuera del marco formal de una evaluación ambiental no nos parece adecuado y rechazamos la invitación”, explican los ecologistas y añaden que la firma de los Matte, aún no ha asumido “los errores cometidos en la evaluación ambiental y ejecución de este proyecto”.
En este sentido, la empresa la empresa se defiende, porque señala que hasta la fecha, ha “sostenido más de 50 reuniones con representantes de la sociedad civil, comunidades mapuches, turismo, empresariado, educación y organizaciones ambientales de Los Lagos, Panguipulli y Valdivia, además y autoridades locales (…) para informar las adecuaciones y características del proyecto, y conocer la visión de la comunidad con el fin de generar un diálogo abierto y transparente”.
Por su parte, Contreras, reconoce las reuniones que ha llevado a cabo la compañía. No obstante, explica que “desde el año 2008 viene desarrollando distintos tipos de relaciones a modo de compensaciones parciales, sin construir el ‘diálogo abierto y constructivo con todos los actores’, que declara. Es por ello que ‘reuniones de tipo informativa’ no conducen a la construcción de proyectos vinculantes a las necesidades de los territorios, ni hacen parte a la población de los beneficios”.
Hay que recordar que el proyecto cuenta con una Resolución de Calificación Ambiental del año 2008, sin embargo las organizaciones acusan que el proyecto fue mal evaluado, con poca transparencia y bajo conocidas presiones políticas. Es por esto que los ambientalistas exigen que el proyecto sea evaluado nuevamente, de manera completa y no sólo como una modificación al proyecto original, y que además incluya a la comuna e Valdivia, cuyos impactos a la población no fueron considerados en el proyecto presentado al Servicio de Evaluación Ambiental.
El Ciudadano