Amplio cuestionamiento a carta de quienes critican a obispo Infanti por su defensa de ecosistemas y comunidades de Aysén

Carta suscrita por 80 personas fue comentario obligado en la patagónica región, generando variadas opiniones, muchas de ellas apoyando al prelado

Amplio cuestionamiento a carta de quienes critican a obispo Infanti por su defensa de ecosistemas y comunidades de Aysén

Autor: Mauricio Becerra

Carta suscrita por 80 personas fue comentario obligado en la patagónica región, generando variadas opiniones, muchas de ellas apoyando al prelado.

No pasó inadvertida en Aysén la carta que hizo pública un grupo de ciudadanos de la región rechazando las gestiones del obispo Luis Infanti ante el Comité de Ministros que deberá resolver sobre HidroAysén, y donde éste les ofrecióuna capacidad de reflexión antes de tomar una decisión para que consideren una cantidad elementos relacionados con economía, con política, con cultura y soberanía, temas que es importante que los señores ministros reflexionen antes de tomar una decisión”.

En la crítica misiva ciudadana, unas 80 personas expresaron no sentirse representadas por las palabras del vicario, acción que fue latamente cubierta por los sitios de El Mercurio, La Tercera y La Segunda.  Algo muy distinto a la escasa presencia que en estos medios nacionales tuvo la prvia declaración pública de apoyo al obispo que 18 agrupaciones sociales y comunitarias de gran parte de las localidades de Aysén emitieron en semanas anteriores.

A pesar que los firmantes de la carta hablaron a nombre de todos los ayseninos, señalando que en las palabras de Infanti “no están expresadas las verdaderas voces de la Patagonia, nuestras voces”, los cuestionamientos al grupo no se hicieron esperar en Aysén.

Desde su cuenta de twitter @veroaysen acusó a los firmantes de “hidroaysenistas todos, con intendente Concerta incluido”, en referencia Selim Carrasco, quien fuera primera autoridad regional durante el gobierno de Michelle Bachelet y quien permitiera en 2008 el avance del proyecto a pesar de los cuestionamientos de los servicios públicos regionales.  Más duro fue @Kallfulikan, para quien “lxs pro-HidroAysén se unieron, esxs son todxs” y que “las personas pagadas x HidroAysén ke firmaron una carta contra obispo Infanti representan un 0.0005% de la población de Aysén”.

Y en Facebook la discusión no amainó:  Bruno Díaz calificó la carta como “pataleos de ahogado. Los últimos pataleos de un moribundo, eso es lo que está haciendo HidroAysén”.  Para Valeska Aravenason los mismos que estiran la mano y les llega platita de HidroAysén y Energía Austral”.

Pero la discusión no quedó ahí.  Las líneas editoriales de los medios regionales también abordaron el tema.

En El Diario de Aysén, en la sección Pasillo Chuchoquero  del 24 de enero, el editorialista cuestiona que Infanti supuestamente se haya arrogado “la representatividad de la comunidad, por más que ella esté basada en votos o encuestas”, y que “por tanto era esperable que vendrían respuestas o más bien aclaraciones de parte de quienes no se sintieron interpretados por el prelado. Conclusión: cuando queramos expresar algo, hagámoslo sólo a nombre propio, salvo que nos guste levantar polvareda”.

Una opinión muy distinta expresó el director del diario El Divisadero, Hugo Araya, quien el viernes 25 en la sección “Así lo vi yo” informó que las críticas contra Infanti fueron “financiadas” para su publicación en los dos medios escritos regionales.  Sobre la pertinencia de las opiniones del prelado, indicó que “el obispo no necesita plebiscitar ante la feligresía, o pedir permiso a sus superiores para poder dar a conocer sus opiniones y acciones en torno a un determinado tema. Y digo esto porque algunas dirigentas vecinales declararon a una emisora que el religioso había actuado ‘entre cuatro paredes’, sin consultarle nada a nadie.  En su carta el obispo no se arroga la representación de nadie y sus planteamientos y reflexiones son propias de un dignatario de esa o cualquiera otra corriente religiosa”.

Y concluyó: “Parece que la confusión, la intolerancia y ciertamente que la arista ideológica están condicionando demasiado algunos temas ciudadanos que son de interés colectivo… Si queremos de verdad fomentar el diálogo y el entendimiento, generar espacios para debatir con respeto y responsabilidad los temas de interés colectivo, para conversar mirándose la cara y a rostro descubierto, debemos entre todos dar señales de tolerancia y no actuar con odiosidad ni menos con el afán de desacreditar o de minimizar a quien piensa distinto a uno. Si logramos avanzar aunque sea un poco en eso, no me cabe duda que estaremos dando pasos importantes como sociedad”.

En respuesta, el empresario turístico de La Junta Alan Vásquez posteó recriminando a Selim Carrasco: “Viendo quienes firman esa carta sorprende uno en especial y le pregunto: ¿el representó a los patagones cuando fue e a recibir instrucciones del Ministro del Interior para alinear la votación de los seremis a favor de HidroAysén?, ¿pasando por encima de las razones técnicas de los servicios? ¿No es eso más descarado, inmoral y poco representativo que la carta de un pastor?”.  O el presidente comunal del Colegio de Profesores, Juan Varela, al expresar que “a esta gente hay que recordarles que en democracia existe libertad de expresión y opinión, por lo tanto el obispo al igual que cualquier ciudadano puede enviar cartas a instituciones de la República. No se necesita pedir permiso a Sandra Planzer y al resto de sus ¿amigos? para que el obispo se exprese ante los ministros”.

Contenidos pastorales

En la misiva, entregada en La Moneda el 9 de enero, el prelado hace un duro cuestionamiento al proyecto de represas en la Patagonia chilena, haciéndose eco de las orientaciones que ha hecho la propia Iglesia Católica en estos mismos temas.  Como el Papa Benedicto XVI cuando señaló a principios de 2013 que “causan alarma los focos de tensión y preocupación provocados por la creciente desigualdad entre ricos y pobres, por el predominio de una mentalidad egoísta e individualista, que se expresa también en un capitalismo financiero no regulado”.  O el llamado de 10 obispos de la Patagonia chilena y argentina en 2009 al secretario general de la ONU por las “amenazas que sufre la Patagonia por proyectos mineros, hidroeléctricos, acuícolas, forestales y hasta de desechos nucleares, que herirían grave e irreversiblemente la naturaleza y la vida humana de esta Reserva de Vida del planeta”.

E incluso la Conferencia Episcopal en su carta pastoral de 2012 señaló que el modelo socioeconómico chileno “ha privilegiado de manera descompensada la centralidad del mercado extendiéndola a todos los niveles de la vida personal y social. La libertad económica ha sido más importante que la equidad y la igualdad”.  Donde también señaló que “habría que añadir que una avanzada tecnología manejada por el mercado y orientada primordialmente al crecimiento económico, puede tener efectos gravísimos para la conservación de la naturaleza que es nuestro hábitat. Esto no sólo es grave en sí mismo sino que destruye el futuro y es muy doloroso para las culturas ligadas a la tierra, como son las de los pueblos originarios de nuestro país, que consideran a la tierra como a una madre”.

Más rechazos a HidroAysén

Pero esta controversia no es la única que ha involucrado a HidroAysén por estos días.  Al acuerdo unánime de del Concejo Municipal de Chile Chico rechazando el proyecto, se han sumado voces de personas de Coyhaique cuestionando una carta masiva que la empresa enviara a los vecinos de la ciudad “agradeciéndoles” que hayan recibido “información sobre nuestro proyecto hidroeléctrico”.

Uno de los más molestos fue Leopoldo Aguilera, quien en una misiva pública dirigida a la gerente de Comunidad y Comunicaciones de HidroAysén, María Irene Soto, y a los medios de comunicación, recordó que hace un tiempo funcionarios de la empresa llegaron hasta su hogar para aplicar una encuesta.  “Primero que todo debo comunicarles que educadamente les dije que no les contestaría nada y que no me interesaba su propuesta, solo les dije que se marcharan y le comuniquen a su jefe que abandonen nuestra región y sus deseos de destruir nuestra región   Veo que no solo no le dieron mi mensaje sino que los hicieron tontos ya que se atreven a enviar a mi casa una carta de agradecimiento por haber contestado su encuesta”.  Y agregó: “Su proyecto no me interesa y siento un profundo repudio por cómo se manejan comprando conciencia en la gente pobre y de poca educación, utilizándola a veces hasta provocar la vergüenza ajena.  Si lo que dicen vender fuera tan cierto, y tan bueno, ¿no creen que toda las personas habitantes de la Patagonia nacidos y criados en esta tierra aprobarían vuestra causa?”.

Palabras a las que sumó otra aysenina, desde la cuenta @IvonneConuecar: “@ChileconEnergia Sres HIDROAYSEN. Jamás acepté su información cuando pasaron sus lacayos por mi casa. La carta de agradecimiento es FALSA”.

El Ciudadano


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