El Movimiento por el Agua y los Territorios (MAT) valoró la decisión del gobierno de cerrar la Fundición Ventanas de Codelco en la comuna de Puchuncaví porque considera que este es un punto de inicio para frenar la grave contaminación que se ha generado en el territorio, ya que esta empresa aportaba con el 62% de emisiones totales de dióxido de azufre de la zona en una localización muy cercana a la población.
Sin embargo, indicó que no debe ser considerada suficiente para permitir el funcionamiento de empresas privadas contaminantes que operan en la zona.
«Hacemos un llamado de atención en que esta medida es insuficiente y no responde a toda la demanda histórica de territorio», señalaron desde el MAT.
En este sentido, hizcieron un llamado a La Moneda a actuar frente a todas las empresas contaminantes y atender de forma correcta a los trabajadores.
«No es la única empresa que lo ocasiona, entre ellas también se encuentra la refinería de la División Ventanas (que continuará en funcionamiento), el complejo de termoeléctricas a carbón de la transnacional AES Corporation y otras instalaciones contaminantes de Copec, Cementos Bio Bio, ENAP, Enex, Endesa, Epoxa, Gasmar, GNL, Puerto Ventanas, Oxiquim y Shell”, señalaron en una declaración pública.
Desde el movimiento plantearon que una política post extractivista debe basarse en los buenos vivires.
Al respecto, instaron al gobierno de Gabriel Boric a que sea claro en sus medidas para desintoxicar el territorio, y establezca una política que afecte a todas las empresas tanto públicas como privadas del cordón industrial, así como a todas las empresas extractivistas y de otro tipo que estén contaminando valles y cuencas en todo el país.
«A su vez, exigimos que esta política considere una participación directa y vinculante de la comunidad de Quintero-Puchuncaví para alcanzar la reconversión económica del territorio, el fomento de las dañadas economías locales -entre ellas, las turísticas y comerciales- y la remediación social, sanitaria y ambiental de la comunidad y los ecosistemas», subrayaron.
A continuación la declaración completa:
Históricamente la comunidad en resistencia de Quintero-Puchuncaví ha exigido a las autoridades de turno el cierre total del cordón industrial como medida de justicia ambiental.
Han sido décadas de absoluta indolencia de parte de las autoridades, frente a una situación de contaminación sistemática que inició en 1960 con la instalación de la primera planta de fundición de cobre ENAMI en Ventanas y que hoy, luego de la instalación de 14 industrias altamente contaminantes más en el territorio, ha llegado a un punto crítico de contaminación ecosistémica y eventos agudos de intoxicación en la población.
Desde el Movimiento por el Agua y los Territorios – MAT hemos apoyado la demanda de la comunidad porque creemos que son las comunidades que habitan los territorios las que deben decidir sus modos de vida, sociales, políticos y económicos. Tal como decía Alejandro Castro: “Que todos los territorios se levanten y ejerzan soberanía”.
A raíz de lo anterior, vemos como un hito favorable el inicio del cierre de la fundición de Codelco ubicado en Ventanas a causa de la grave contaminación que ha generado en el territorio, ya que esta empresa aportaba con el 62% de emisiones totales de dióxido de azufre de la zona en una localización muy cercana a la población. Sin embargo, hacemos un llamado de atención en que esta medida es insuficiente y no responde a toda la demanda histórica de territorio.
En efecto, la fundición de Codelco es parte del problema, pero no es la única empresa que lo ocasiona, entre ellas también se encuentra la refinería de la División Ventanas (que continuará en funcionamiento), el complejo de termoeléctricas a carbón de la transnacional AES Corporation y otras instalaciones contaminantes de Copec, Cementos Bio Bio, ENAP, Enex, Endesa, Epoxa, Gasmar, GNL, Puerto Ventanas, Oxiquim y Shell.
Por esto, emplazamos al actual gobierno de Gabriel Boric a que sea claro en sus medidas para desintoxicar el territorio, y establezca una política que afecte a todas las empresas tanto públicas como privadas del cordón industrial, así como a todas las empresas extractivistas y de otro tipo que estén contaminando valles y cuencas en todo el país.
A su vez, exigimos que esta política considere una participación directa y vinculante de la comunidad de Quintero-Puchuncaví para alcanzar la reconversión económica del territorio, el fomento de las dañadas economías locales -entre ellas, las turísticas y comerciales- y la remediación social, sanitaria y ambiental de la comunidad y los ecosistemas.
Al mismo tiempo, y frente a los anuncios que hace unos días entregó el gobierno de Boric a los inversionistas extranjeros de los países del Norte Global, prevenimos también en la importancia de que esta política no se transforme en un hecho puntual asociado a un “efecto derrame de los extractivismos”, a modo de que se comiencen a aprobar otras fundiciones, refinerías y proyectos mineros contaminantes en distintos territorios del país.
La continuidad y fomento del modelo de “desarrollo industrial” que algunos defienden, no responde al horizonte post extractivista de búsqueda de alternativas al desarrollo que necesitamos para construir una sociedad ecológica.
Queremos enfatizar que jamás apoyaremos la continuidad de una empresa que vulnera sistemáticamente derechos de la Naturaleza y derechos humanos a la vida, a la salud, a la infancia, a la educación y al medioambiente sano, sea esta Estatal o privada, y junto con ello entendemos que se deben atender correctamente las consecuencias laborales que traerá el cierre de la Fundición mediante la reinserción laboral efectiva de todas las y los trabajadores de la planta, directos e indirectos, los cuales también deben formar parte del proceso transicional.
Como Movimiento somos parte de la defensa de los Derechos de la Naturaleza, los cuales son vulnerados en todas las cuencas que componen esta larga franja plurinacional. El extractivismo en todas sus facetas ha deteriorado la composición del aire y de todos los bienes naturales comunes que forman parte de la Naturaleza.
Por lo tanto, lo acontecido en el cordón industrial Quintero-Puchuncaví es el fiel reflejo de un modelo económico irracional, destructivo e insostenible en el tiempo, profundizado por los gobiernos con el afán de sostener una fracasada política desarrollista.
Es necesario buscar nuevas formas de producción, distribución y consumo a través de una política post-extractivista basada en los Buenos Vivires, gestada desde las comunidades, que permita una relación armónica entre pueblos, territorios y Naturaleza, superando todos los patrones históricos de dominación.
MOVIMIENTO POR EL AGUA Y LOS TERRITORIOS – MAT, 19 DE JUNIO 2022