Australia tiene programado un plan de reforestación masiva para el año 2050. El gobierno está impulsando la plantación de mil millones de árboles en el país, como una manera de llegar a cumplir su compromiso con los objetivos establecidos en el Acuerdo de París.
Una plantación de esta escala puede ayudar a reducir 18 millones de toneladas de gas de efecto invernadero cada año, en una nación que en este momento está generando un exceso equivalente a 500 toneladas de CO2 anuales.
El plan Regional Forestry Hubs (Núcleo de Forestación Regional) también se convertirá en fuente de empleos en un sector que contribuye con más de 23 mil millones de dólares australianos al año a la economía nacional, como precisó el Primer Ministro, Scott Morrison, en un comunicado, de acuerdo al medio Straits Times.
Australia tiene un área forestada que ocupa el séptimo lugar mundial en extensión, cubriendoel 17 por ciento de su dominio terrestre, como estableció el gobierno en 2018 en su informe State of the Forests.
Morrison ha dicho que Australia llegará a cumplir su parte del Acuerdo Climático de París sin dificultades, que consiste en reducir sus emisiones de carbono en un 26 a 28 por ciento hacia el 2030. Sin embargo, aparte del plan de forestación, no hay claridad al público sobre cuáles son sus políticas específicas para lograr esta meta.
Según otro artículo de Straits Times, un informe de la OCDE reportó que el país no iba a cumplir con la meta si no intensificaba sus esfuerzos para combatir en cambio climático.
Los ambientalistas afirman que, puesto que la economía australiana depende en gran parte del carbón, esto se convierte en un serio obstáculo para la reducción de las emisiones de carbono. Dos tercios de la energía generada en el país todavía dependen de este combustible, que también es un importante ingreso por exportación.