Un decreto del presidente brasileño, Michel Temer, extingue en la práctica a la Reserva Nacional de Cobre y Asociados (Renca), ubicada entre los estados norteños de Amapá y Pará. Se estima que la reserva contiene grandes cantidades de oro, níquel y otros minerales, además del cobre que le dio su nombre.
El gobierno argumenta que su decisión intenta atraer inversiones y afirma que serán preservadas áreas protegidas y reservas indígenas. Sin embargo, Randolfe Rodríguez, senador de la zona del partido Rede Sustentabilidad, lo ve como”el peor ataque a la Amazonía en casi medio siglo”y especialistas afirman que el impacto será grande.
“No podía tener una noticia peor”, dijo Antonio Donato Nobre, un experto en la Amazonía del instituto brasileño de investigaciones espaciales INPE. “Básicamente se está abriendo un área prístina para la destrucción final”, agregó Nobre en diálogo con BBC Mundo. “Va a afectar toda la cuenca amazónica y el continente sudamericano”.
La reserva de Renca abarca 46.450 kilómetros cuadrados y fue creada durante el régimen militar brasileño, que pretendía explotar los depósitos de cobre pero nunca llegó a hacerlo. El área incorporó límites para conservar espacios naturales y tierras indígenas.
Brasil vive actualmente su peor crisis económica de los últimos tiempos y el gobierno indicó que la extinción de la reserva busca estimular la actividad en la zona a través de la minería, que contribuye al 4% del PIB del país, tal como destaca el portal Semana.
“El objetivo de la medida es atraer nuevas inversiones, con generación de riquezas para el país y de empleo y renta para la sociedad, siempre en base a los preceptos de la sustentabilidad”, afirmó el ministerio brasileño de Minas y Energía en un comunicado.
En el sostiene que el decreto podría contribuir al combate de la explotación ilegal de minerales en la zona. El gobierno también aseguró que se mantendrá la legislación específica sobre la protección de vegetación nativa, aunque evitó precisar en qué parte de la reserva estaría habilitada la minería.
Elmer Prata Salomão, presidente del consejo consultivo de la Asociación Brasileña de Empresas de Investigación Mineral (ABPM), dijo que el cambio será “positivo”. En declaraciones al diario brasileño O Globo, Salomão sostuvo que la reserva se creó de forma inconsciente en un área que debe destinarse a la minería.
Sin embargo, expertos temen que la riqueza mineral que atrae a empresas de diferentes países se ubique en las zonas de protección natural e indígena. Varios recuerdan el desastre de muertes y destrucción ambiental que provocó una avalancha de lodo y desechos de mineral de hierro al romperse el dique de una empresa minera en el sureste de Brasil en 2015.
Nobre, el experto del INPE, sostuvo que “la minería infelizmente está asociada a grandes daños ambientales” y explicó que por la reserva de Renca pasan los denominados “ríos voladores” que contribuyen al ecosistema regional.
“Si destruyes la floresta en aquella región, interrumpes la correa transportadora que lleva humedad del Atlántico para adentro de la región amazónica”, sostuvo. “Es lo mismo que tomar a una persona por el pescuezo”.