Más allá del estigma que pueda estar generando el coronavirus de Wuham a escala mundial y que la enfermedad reporte 2.442 fallecidos y más de 75.000 contagiados a la fecha, existen algunas noticias positivas frente a esta inminente pandemia, la neumonía COVID-19 reduce las emisiones de carbono en China.
La epidemia de coronavirus ha paralizado la economía china, pero puede tener un lado positivo para el medio ambiente ya que en las últimas dos semanas las emisiones de carbono en el gigante asiático se han reducido al menos 100 millones de toneladas métricas, según un estudio publicado por el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA) en Finlandia.
Como se sabe, gases como el dióxido de carbono incrementan demasiado la retención de calor en la atmósfera y como consecuencia dan lugar a un sobrecalentamiento global, siendo el cambio climático uno de los problemas que más impacto medioambiental causa en el planeta Tierra.
Según otro estudio de CREA que utilizó datos de satélites, las emisiones de dióxido de nitrógeno de China, un subproducto de la combustión de combustibles fósiles en vehículos y plantas de energía, cayeron un 36 por ciento en la semana posterior a las vacaciones del Año Nuevo Lunar, en comparación con el mismo período del año anterior.
Si bien China es una nación muy poblada de Asia Oriental, cuyos vastos paisajes abarcan praderas, desiertos, montañas, lagos, ríos y más de 14.000 km de costa, tiene un reporte de 7,54 toneladas métricas de emisiones de carbono, de acuerdo con datos del Banco Mundial.
Sin embargo, tras el brote de la enfermedad en el país asiático, los 100 millones de toneladas métricas que se han reducido representan casi el seis por ciento de las emisiones globales de carbono durante el mismo período del año pasado.
Causa y efecto
La rápida propagación del nuevo coronavirus ha generado una caída en la demanda de carbón y petróleo, lo que resulta en una disminución de las emisiones, según el estudio publicado en la revista británica Carbon Brief sitio web.
En las últimas dos semanas, la generación de energía diaria en las centrales eléctricas de carbón estuvo en un mínimo de cuatro años en comparación con el mismo período del año pasado, mientras que la producción de acero se ha reducido a un mínimo de cinco años, encontraron los investigadores.
Dado que el mayor foco de esta enfermedad está en China, el mayor importador y consumidor mundial de petróleo, los expertos rescatan que la producción en las refinerías de la provincia de Shandong, el centro petrolero del país asiático, cayó al nivel más bajo desde el otoño de 2015.
«Las medidas para contener el coronavirus han resultado en reducciones de 15 por ciento a 40 por ciento en la producción en sectores industriales clave. Es probable que esto haya eliminado una cuarta parte o más de las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) del país en las últimas dos semanas, el período en que la actividad normalmente se habría reanudado después de las vacaciones del Año Nuevo chino», dijo el informe de Carbon Brief.
Reducción temporal
Mientras los ambientalistas han mostrado su preocupación por el exceso de las emisiones de CO2, ya que estas pueden generar grandes daños sobre los ecosistemas y la biodiversidad, los expertos señalan que la reducción en China es temporal.
Advierten además que un estímulo del gobierno chino, que ha tenido pérdidas millonarias a raíz del brote del coronavirus, si se dirige a aumentar la producción entre grandes contaminadores, podría revertir las ganancias ambientales que se han obtenido en apenas dos semanas.
«Después de que el coronavirus se calme, es muy probable que observemos una ronda de las llamadas ‘contaminaciones de represalia’: fábricas que maximizan la producción para compensar sus pérdidas durante el período de cierre», dijo Li Shuo, asesor político de Greenpeace China.
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