En el marco del programa Científicos de la Basura de la Universidad Católica del Norte, el 2016 se realizó el Tercer Muestreo Nacional de la Basura en las Playas, el que por primera vez permitió comparar resultados actuales con los de los muestreos de 2008 y 2012.
En el estudio de 2016 se muestrearon 39 playas, generando un total de 75 estudiadas en las tres campañas llevadas a cabo. En ese sentido, se estableció que el promedio nacional de basura ha aumentado de acuerdo a lo constatado en 2008 y 2012. Es decir, si en esos años se obtuvieron promedios de 1,4 y 1,7 unidades de basura por m2 (ubm2), respectivamente, en 2016 este llegó a 2,2 (ubm2).
Una de las conclusiones que más destaca es que el mayor porcentaje de basura correspondió, en primer lugar, a colillas de cigarros, y, en segundo, a plásticos. En ambos casos las cantidades han ido en aumento en los últimos ocho años. Por ejemplo, en lo correspondiente a los restos de cigarrillos estos marcaron un 19,3% en 2008, un 38,9% en 2012 y un 40,6% en 2016. En tanto, los plásticos registraron un 28,4% en 2008 (mayor en ese año que las colillas de cigarros), un 29,8% en 2012 y un 34,5% en 2016.
El estudio explica que los tipos de basura que se hallan en cada playa están directamente relacionados con las actividades que se realicen en sus áreas circundantes. En el caso de Chile, la presencia de colillas de cigarro y plásticos estaría principalmente ligada a las actividades recreacionales y turísticas que ahí se desarrollan.
Cabe mencionar igualmente que en los tres años catastrados, la región con mayor cantidad de basura fue la de Antofagasta. Según se indica en el estudio, esto podría deberse a que esta región «tiene un importante desarrollo de la actividad minera, la cual atrae una alta población flotante de trabajadores, quienes, al no tener un sentido de pertenencia con la región, están más proclives a desechar basura en las zonas costeras». Junto con ello, se le atribuye «al número creciente de asentamientos humanos ilegales que se han instalado en zonas cercanas a la costa, (…) los cuales, al estar desprovistos de algún tipo de medida de manejo de residuos, podrían generar un mayor ingreso directo de basura al medio marino».
Las recomendaciones
El estudio de la Universidad Católica del Norte plantea finalmente una serie de recomendaciones para revertir la contaminación en las playas del país, entre las que destacan, por ejemplo, fomentar la educación ambiental en la educación formal, desde la etapa pre-escolar hasta la secundaria; incentivar la producción y el consumo de objetos con materiales degradables y/o reutilizables, para reemplazar el uso de aquellos plásticos desechables; implementar mecanismos de fiscalización respecto de las medidas establecidas por el nuevo marco legal de gestión de residuos, extendiendo la responsabilidad al productor, así como fomentar el reciclaje; fortalecer las ordenanzas municipales de carácter prohibitivo para el uso de bolsas plásticas; y generar campañas educativas en terreno para dar a conocer el problema ecológico de la basura en el ambiente.
Respecto de la última recomendación, se señala la importancia de considerar el hecho de que las colillas de cigarro son uno de los tipos de basura más abundantes en todo el país, por lo que «parte de estas campañas de educación deberían estar orientadas hacia la población fumadora».
La «desidia» del Ministerio de Salud
Hace casi un año, el 7 de enero de 2016, ingresó al parlamento un proyecto de ley que establece la prohibición de fumar y vender cigarrillos en todas las playas, piscinas públicas y parques nacionales del país. La iniciativa establece multas que van desde 1 hasta 10 UTM -es decir, de unos $46.000 hasta los $460.000 aproximadamente– para quienes sean sorprendidos fumando, y entre 10 y 100 UTM (hasta $4,6 millones) cuando se trate de venta de tabaco.
Cabe destacar que esa iniciativa, presentada por los diputados PPD Daniel Farcas y Loreto Carvajal, y el DC Gabriel Silber, se sumó a otros dos proyectos que han llegado al Congreso a lo largo de cuatro años. Ninguno de ellos se ha convertido todavía en ley.
En conversación con El Ciudadano, el diputado Silber señala que «es lamentable que estemos en un nuevo verano y el Ejecutivo, particularmente el Ministerio de Salud, no ha cumplido con la palabra empeñada, que es patrocinar este proyecto que buscaba restringir justamente el consumo de tabaco en balnearios, playas, piscinas y que incluía también a parques nacionales, que es un tema que -a propósito de los incendios- ha quedado absolutamente acreditada su prioridad».
El parlamentario agrega que «uno lamenta que su propio gobierno, habiendo comprometido su palabra, hasta esta fecha no haya presentado las indicaciones comprometidas y creo que hay cierta desidia de los equipos técnicos que asesoran a la ministra».
Daniel Labbé Yáñez