Un verdadero electrocardiograma para ir viendo los diferentes procesos que se producen en la vegetación ante el cambio climático, transmitidos en tiempo real a un servidor local, es la red de monitoreo de fenología que está desarrollando la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y el Laboratorio de Geo-Información y Percepción Remota (LABGRS) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
El sistema, que contempla imágenes satelitales y fotografías mediante PhenoCams (cámara digital time-lapse o de captura automática), ya cuenta con cámaras en el Parque Nacional La Campana, Región de Valparaíso, y en la Reserva Nacional Las Chinchillas, Región de Coquimbo, esperándose incorporar otras áreas protegidas de la zona central del país, como el Parque Nacional Río Clarillo, Región Metropolitana.
Christian Little, director ejecutivo de CONAF, profundizó en la iniciativa, señalando que “el estudio de la fenología es una variable de importancia para la biodiversidad, ya que da cuenta de procesos biológicos y fisiológicos de las plantas, siendo muy buen indicador de los cambios de la vegetación, como el efecto de plagas, incendios y estrés hídrico. Al mismo tiempo, permite dar seguimiento a la recuperación de la vegetación después de un disturbio, como una sequía prolongada”.
Primera red de monitoreo fenológico de gran escala en Chile
Así también lo resaltó Diego Valencia, jefe de la Sección de Monitoreo e Información de la Gerencia de Áreas Silvestres Protegidas de CONAF, quien expresó que “este sistema de monitoreo puede ayudarnos a comprender de mejor manera los procesos de cambio climático en las especies vegetales y nos permite generar sistemas de alerta para gestionar nuestros parques nacionales, reservas nacionales y monumentos naturales. Por ejemplo, en el Parque Nacional la Campana, desde el 2019, cuando empezamos este proyecto, nos ha entregado información para el cierre preventivo de senderos o la focalización de los planes de prevención de incendios forestales, además de la concientización y vigilancia de visitantes, por la sequedad de la vegetación y el alto riesgo de ocurrencia de incendios forestales”.
Para el director del Laboratorio de Geo-Información y Percepción Remota (LABGRS) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso e investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad, Dr. Roberto Chávez, impulsor de esta iniciativa, su mayor importancia es que el proyecto constituye “la primera red de monitoreo fenológico de gran escala en Chile y en un futuro pretende sumar información al organismo internacional GEO BON (GEO Biodiversity Observation Network) para aportar en el monitoreo de las variables esenciales de la biodiversidad a nivel mundial. Esta red permitirá dar seguimiento de manera integrada a la vegetación de la zona central, evaluando los efectos de los cambios en la variabilidad climática y de eventos extremos como sequías, incendios, brotes de insectos u hongos, todo en tiempo casi real mediante imágenes satelitales y cámaras fotográficas de campo”.
Dos ejes principales
El sistema funciona en dos ejes principales. El primero tiene relación con el estudio remoto de la fenología a través del análisis de imágenes satelitales de libre disposición para los últimos 20 años y de continua actualización. Con ello se construyen modelos matemáticos que permiten evaluar los estados fenológicos de la vegetación en comparación con su comportamiento histórico.
El segundo eje se vincula con la instalación de las PhenoCams, correspondientes a equipos fotográficos autónomos que obtienen diariamente imágenes panorámicas de la vegetación y que permiten establecer un sistema de validación de campo, identificando los estados fenológicos con especial precisión. Por ejemplo, se sabe que la primavera empieza el 21 de septiembre, pero la vegetación tiene otros tiempos y el rebrote de las hojas de algunas especies puede adelantarse o atrasarse debido a factores climáticos o por respuestas fisiológicas ante algún tipo de estrés. Estas cámaras determinan con mayor precisión cuando inician y terminan estos procesos.
Todos estos antecedentes quedarán, finalmente, en una plataforma en línea abierta, pudiendo cualquier usuario o usuaria consultar sobre las alertas y dar seguimiento a la información capturada. En el largo plazo, estos resultados aportarán nueva información para entender los efectos del cambio climático en los distintos tipos de vegetación de las áreas silvestres protegidas del Estado y en toda la zona central del país. Así, se tomarían medidas para mejorar los procesos de conservación y de protección. El proyecto cuenta con recursos de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), del proyecto Fondef Idea.