En el marco del Plan de Infraestructura para el Borde Costero de Chiloé, el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, anunció ayer una inversión de $40 mil millones que se destinarán a 20 proyectos desarrollados entre 2015 y 2019, que buscan mejorar y recuperar el litoral en las 10 comunas que conforman la isla.
Undurraga señaló que “con estos 20 proyectos estamos reincorporando a la vida cotidiana a los chilotes”, y agregó que las obras beneficiarán a 150 mil habitantes de la isla y a unos 250 mil turistas, “quienes visitan la zona todos los años para disfrutar de sus paisajes y su patrimonio cultural”, según señala un medio de Copesa.
En tanto, Antonia Bordas, directora nacional de Obras Portuarias, precisó que dicha iniciativa busca “acercar a la ciudadanía al mar, dando vida a lugares costeros con gran atractivo turístico y colaborando también con el desarrollo de la provincia”.
Las zonas incluidas dentro del plan de mejoras atañen entre otros a Ancud, donde se recuperarán 979 metros de borde costero, a Quemchi, donde se mejorarán 577 metros de litoral y a Chonchi, donde serán 665 metros de sector costero.
Además de arreglos referidos a la construcción de paseos peatonales y mejoras en los accesos a las playas, se implementarán refugios y cobertizos que protejan a los visitantes de eventuales inclemencias climáticas. Según lo expresado por la alcadesa de Ancud, Soledad Moreno, quien valoró positivamente las inversiones, «un mejoramiento completo va a potenciar la zona».
Sin embargo, Juan Pérez, alcalde de Dalcahue, donde dos zonas serán mejoradas, criticó la falta de coordinación con los municipios; “El ministerio es un poco soñador. Si bien en el plan costero estamos integrados, se incorporó realmente sólo una parte de las necesidades reales de la costanera, y eso pasa porque las planificaciones no son concordadas con los municipios”.
El proyecto se sumará al programa nacional de pavimentación, que concretamente en Chiloé contempla 80 kilómetros de asfalto al interior de las localidades indígenas, y 220 kilómetros de caminos laterales a la ruta central, que conectará con el futuro Puente Chacao.
En este sentido cabe recordar que la oposición ciudadana al puente ha sido férrea desde algunos sectores, por considerar que el desarrollo de Chiloé no pasa por una conexión con el continente, si no por el acrecentamiento de la conectividad interna y el desarrollo de proyectos sociales relativos a, por ejemplo, el acceso a la salud pública.
De hecho, el pasado 27 de Noviembre se celebró en Castro la Jornada “Contrapuntos: Diálogo sobre Arte, Cultura y Sociedad”, que organizó el Departamento de Cultura de la Municipalidad de Castro y la Biblioteca Pública local, y donde participaron el Centro Ecoceanos y el Centro de Conservación y Estudio del Patrimonio Natural Cecpan de Ancud, donde entre otros, hubo referencias a la señalada construcción.
Ambos expositores coincidieron en que la construcción del puente de Chacao, a pesar de la propaganda oficial que señala que los motivos son el mejorar la conectividad de los habitantes chilotes y generar nuevas fuentes de trabajo, su objetivo real es facilitar y acelerar la extracción de recursos naturales isleños, y ser un medio de salida de las producciones desde las contiguas regiones de Aysén y Magallanes.
Álvaro Montaña del Cecpan afirmó que “en definitiva todo Chiloé será un puente, más de 200 kilómetros de puente que las compañías utilizarán para sacar los recursos del mar, de la Región de Aysén, donde ahora están ubicadas en su mayoría las empresas salmoneras, pero también para sacar minerales por ejemplo de la Isla Guafo, donde hay grandes reservas de carbón”.
Para ambos expositores, la ciudadanía y los ecosistemas naturales chilotes se encuentra enfrentando una nueva fase de industrialización tardía. “Chiloé continuará siendo la vaca lechera que Santiago ordeñará hasta su agotamiento”, señaló Juan Carlos Cárdenas.
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