China rechazó 17 proyectos de construcción por razones medioambientales. La agencia Xinhua informa que los proyectos rechazados implicarían una inversión total de 17.600 millones de dólares.
Estos proyectos de construcción formaban parte de los 92 que fueron investigados por el Ministerio de Protección Ambiental chino durante el primer semestre de 2015. A través de este mecanismo de control el gigante asiático pretende mejorar el sistema de evaluación de impacto ambiental, algo crucial para proteger el medio ambiente y evitar lagunas legales que den lugar a prácticas irregulares y corruptas.
Como parte de ese sistema de impacto ambiental mejorado, todos los organismos de evaluación deberán cortar sus vínculos con el gobierno a todos los niveles para finales de 2016, según publica Xinhua.