Científicos de las universidades estadounidenses de Illinois y Maryland presentaron un estudio que consta de planificar la transformación del desierto del Sahara, para que pase de arido y seco a tener lluvias, además de vegetación en un futuro.
El plan parte del principio que las granjas eólicas y las plantas fotovoltaícas tienen efectos locales sobre el calor, la humedad y otros factores que pueden ser beneficiosas o perjudiciales, para las regiones en las que están ubicados.
Los expertos aseguraron en el portal científico Science que una masiva instalación eólica y solar en el desierto del Sahara y el vecino Sahel, aumentaría la temperatura local, las precipitaciones y la vegetación. Según los investigadores, los efectos serían probablemente beneficiosos para la región.
El autor principal del estudio, Yan Li, de Illinois, y la científica atmosférica Eugenia Kalnay, de Maryland, expresaron: “Hemos descubierto que la instalación a gran escala de parques eólicos y solares puede traer más precipitaciones y promover el crecimiento de la vegetación en estas regiones”.
Asimismo, indicaron que las turbinas de viento mejoran la mezcla vertical de calor en la atmósfera, empujando hacia abajo el aire más caliente y aumentando la fricción del aire con los elementos del relieve, aumentando así la probabilidad de precipitaciones.