El leopardo de las nieves (o irbis) normalmente está en los terrenos rocosos y las altas mesetas de los Himalayas. Este es uno de los animales más hermosos y elusivos del mundo, pero lamentablemente también es uno de los que están en mayor peligro.
Un nuevo informe de TRAFFIC, una organización no gubernamental que monitorea la vida salvaje, estima que hay alrededor de 4.000 leopardos de las nieves en estado salvaje y que entre 221 y 450 son asesinados cada año (cuatro a la semana).
El informe ha sido publicado en miras de una reunión de las Naciones Unidas sobre los leopardos de las nieves, para tratar el hecho de que su número sigue declinando dramáticamente, a pesar de que hay una prohibición de matarlos en las 12 naciones asiáticas en que vive la especie.
Los leopardos de las nieves están incluidos en la Lista Roja de la UICN, desde hace 13 años.
TRAFFIC también admite que el número de muertes podría ser mucho mayor y que es difícil monitorear las dimensiones de la caza furtiva en las regiones remotas donde habita este felino.
Sólo un poco menos de la mitad de los leopardos de las nieves mueren por la caza furtiva para obtener pieles y partes del cuerpo (como huesos y garras), que se usan en objetos de lujo y medicinas tradicionales asiáticas. Pero lo más impresionante es que la mayoría son asesinados como una forma de represalia de los agricultores locales, que se desquitan por los ataques a sus provisiones. La otra causa más frecuente son las trampas que pone la gente para otros animales y que finalmente terminan afectando a los leopardos. También los animales de los cuales eéste se alimenta, como el ibex, están decreciendo en población, debido al aumento de las tierras cultivadas.
El informe también revela que al menos la mitad de las muertes por represalia, terminan en el comercio ilegal de pieles y partes; lo que no es tan raro, considerando que un cadáver de este felino puede dar hasta 10 mil dólares en el mercado negro.
«Ahora debemos expandir los esfuerzos para monitorear la actividad en Internet y las redes sociales, porque es probable que los traficantes de leopardos de las nieves estén negociando en línea para evadir las acciones de la ley», señala Kristin Nowell, principal autora del informe.
Fuente, IFLS
El Ciudadano