Los murciélagos enfrentan varias amenazas diferentes en el Reino Unido; desde ataques de gatos, hasta contagio de enfermedades y pérdida del hábitat. Como si esto fuera poco, ahora las turbinas eólicas están dañando a su población, y las acciones ecológicas no están siendo eficientes en proteger a estos animales.
Un nuevo estudio publicado en Current Biology informa que están muriendo cientos de murciélagos en el Reino Unido, debido a que chocan con los brazos de las turbinas eólicas. Los investigadores, de la Universidad de Exeter, en Devon, buscaron en 29 granjas eólicas de las costas del país, usando perros para encontrar a los cadáveres. Tras la investigación, hallaron que la tasa mensual es de al menos 194 murciélagos.
«Los murciélagos han estado aquí por al menos 30 millones de años y durante ese tiempo han podido volar felizmente sin el riesgo de chocar con un objeto giratorio. Puede ser que incluso estén «apagando» su sonar al llegar a la altura de las turbinas, porque no están acostumbrados a encontrarse con objetos a tal altitud», explica la doctora Fiona Matthews, bióloga especializada en mamíferos, que trabaja en el estudio.
Las muertes de murciélagos por esta causa no son nuevas, pero los investigadores están recalcando que el verdadero objetivo de su trabajo es mostrar cómo las actuales evaluaciones de impacto ecológico, no están siendo útiles. Esto es un mal augurio para estos animales, que son una especie protegida por las leyes del Reino Unido.
«Hay formas efectivas de prevenir las muertes de los murciélagos», agrega Matthews, «pero desafortunadamente hemos encontrado que las evaluaciones realizadas al planificarse las granjas eólicas, han sido muy pobres al identificar si un sitio es de riesgo. Esto significa que no se están tomando las medidas adecuadas para proteger a los murciélagos».
Una forma de evitar estos nefastos efectos es simplemente disminuir la velocidad de la rotación de las turbinas durante la noche, en verano y al principio del otoño, cuando los murciélagos son más activos.
No se trata de pensar que la energía eólica es algo negativo. Al contrario, considerando todos los factores, las granjas eólicas siguen siendo una de las mejores opciones para obtener energía, con un bajo impacto al medioambiente y la vida salvaje. El doctor Paul Lintott, autor principal del estudio, explica: «Aunque hay murciélagos que mueren por las turbinas, es importante poner esto en contexto, junto con las varias otras causas de la mortalidad, que provienen de los humanos, incluyendo los choques con vehículos, los gatos domésticos y el cambio climático.
«Nuestros hallazgos demuestran que los estudios previos a la construcción de las granjas eólicas están siendo ineficientes al predecir la mortandad. Pero si se concentran los recursos en lograr que las turbinas reduzcan su actividad en períodos de alto riesgo, deberíamos poder minimizar el riesgo de colisiones para las poblaciones locales de murciélagos, al mismo tiempo que logramos beneficiarnos de la transición hacia una economía más verde», concluye Lintott.
Por IFLS
EL Ciudadano