Los dos factores que han puesto en peligro la capacidad de regeneración y repoblamiento de esta especie milenaria es, por una parte, los grandes incendios como el de Malleco en 2002 o el de la Reserva Nacional China Muerta en 2015, que arrasó con más de 500 mil araucarias. Y por otra parte, la cosecha indiscriminada de su semilla (peñón o pehuén) por personas no mapuches.
La protección del pehuén es clave, y en ese escenario se regulará su cosecha estableciendo periodos de veda, igual que en Argentina, lugar en donde con sólo 25% de las araucarias (el 75% está en territorio chileno), todas están protegida en parques nacionales y solamente se puede cosechar durante 1 semanas al año, con cuotas por persona y con métodos regulados para no dañar el árbol. La misma medida se va a implementar en el país para todos los ciudadanos a excepción de los pehuenches.
“Se le va entregar exclusivamente al pueblo mapuche la autorización para hacer las cosechas, porque ellos saben cómo hacerla y dependen de este fruto como forma de vida”, puntualizó el diputado Fernando Meza (PRSD), quien ha impulsado la iniciativa junto a la Ufro.