La Organización Mundial de la Salud advirtió que nueve de cada diez personas respiran aire contaminado todos los días
Un estudio que se llevó a cabo en 650 ciudades del mundo confirmó que las partículas en el aire se vinculan con la mortalidad diaria de personas mayores o enfermas.
Para desarrollar la investigación, publicada esta semana en la revista especializada The New England Journal of Medicine, los especialistas pusieron el foco en dos tipos de partículas en suspensión en el aire, emitidas principalmente por los tubos de escape de los vehículos, las PM10 y las PM2,5.
Los datos mostraron que la concentración media anual de PM10 en 600 ciudades fue de 56 microgramos por metro cúbico entre 1986 y 2015 y aclararon que un incremento diario de 10 microgramos, relativamente habitual, se asocia con un aumento del 0,44 % de las muertes diarias por todas las causas, con una subida del 0,47 % de la mortalidad por problemas respiratorios y con un 0,36 % más de fallecimientos por patologías cardiovasculares, reseñó El País.
«Ya no hacen falta más estudios para demostrar algo que es obvio. No buscar medidas para reducir el tráfico en las ciudades carece de sentido», advierte Aurelio Tobías, uno de los estadísticos que participó en el estudio.
Destacó que este es el primer estudio que se hace en más de 600 ciudades, en casi 25 países, y con la misma metodología en todas partes y «lo que vemos es un claro efecto de la contaminación atmosférica urbana en la salud. Esta es la confirmación definitiva, absoluta, de que hay que controlar ya los niveles de contaminación”.
A principios de año, la Organización Mundial de la Salud advirtió que nueve de cada diez personas respiran aire contaminado todos los días y, por eso, para 2019 consideraron que la contaminación del aire es el mayor riesgo ambiental para la salud.
«Los contaminantes microscópicos en el aire pueden penetrar los sistemas respiratorios y circulatorios, dañando los pulmones, el corazón y el cerebro, matando a 7 millones de personas en forma prematura cada año por enfermedades como el cáncer, los accidentes cerebrovasculares, las enfermedades cardíacas y pulmonares», señalaron.
La organización también precisó que alrededor del 90 % de estas muertes se produce en países de ingresos bajos y medios, con altos volúmenes de emisiones de la industria, el transporte y la agricultura, pero también por artefactos hogareños y combustibles.
Fuentes: El País, OMS.