El proyecto minero-portuario Dominga enfrenta su última fase de tramitación ambiental y las autoridades regionales parecen decididas a tomar partido por su instalación. Durante el pasado jueves, en la sesión del Consejo Regional de Coquimbo, sus miembros votaron la aprobación de la iniciativa liderada por Andes Iron por 10 votos contra 2 y dos abstenciones.
La iniciativa, que contempla una millonaria inversión de US$2.500 millones para extraer hierro y cobre en un plazo de 22 años, se instalaría en la comuna de La Higuera, al norte de Coquimbo. Aunque la sesión del Core no tiene mayor injerencia en la tramitación que realizará la autoridad ambiental, el respaldo político brindado confirma la postura de la autoridad local al respecto, incluso antes de que se determine el impacto del proyecto en la zona.
Uno de los consejeros que votó a favor, Marcelo Castagneto, dio sus razones a Diario El Día, asegurando que analizaron la parte técnica también. «Esperamos que este proyecto que va a tener un impacto económico y social muy relevante en la región se lleve a efecto y que las comunidades entiendan también que es parte del progreso y el beneficio que van a tener ellos va a ser enorme”, señaló.
Del mismo modo, el presidente del Consejo Regional, Teodoro Aguirre, manifestó que «es una manera de buscar el progreso, de otra manera nos quedamos estancados, sin posibilidades de crecimiento desde el punto de vista económico y de desarrollo de toda la región”.
Sólo dos cores manifestaron su voto en contra del proyecto minero: Miguel Solis y Carlos Galleguillos. Ambos enfatizaron en el impacto que el proyecto tendrá en el medioambiente de la región, un espacio reconocido por su asombrosa biodiversidad.
ACTIVISTAS: «NO NOS SORPRENDE»
En contraste a la complicidad de las autoridades locales con la iniciativa minera, la comunidad parece decidida a frenar su instalación en La Higuera. Así lo expresó Andrés Álvarez, vocero del Movimiento en Defensa del Medioambiente.
«El consejo regional siempre ha sido proclive a ese proyecto, no nos sorprende para nada. Esto viene a rectificar lo que siempre hemos pensado acerca de este matrimonio desgraciado que hay entre la clase política y el mundo empresarial«, recalcó.
Álvarez recalcó que, aunque el Core dice que la iniciativa tendrá un impacto beneficioso para la región, «no consideran el impacto adverso desde la mirada ambiental, especialmente considerando las distintas actividades económicas que ya se realizan en la región. Y además está pensado por mucho tiempo. Es volver a decirle a la comuna: saben qué, ustedes no van a ser ni turísticos, ni pesqueros, van a ser mineros a gran escala y van a poner en riesgo todo su patrimonio ambiental«.
El activista señaló que dicha postura de las autoridades locales también es compartida por los Seremis, razón por la que piensan que el proyecto será aprobado, en definitiva. Y agregó que es evidente que están intentando frenar el conflicto para evitar que siga creciendo, aunque sólo parece estar comenzando, porque ya están decididos a judicializar su tramitación en caso de que obtenga luz verde.
«Cuando se trata de sacrificar un territorio con condiciones para ir a una economía verde, a la autoridad no le interesa. Pero sesarrollo no es sinónimo de exclusión. Este es un proyecto que va a beneficiar a un grupo económico y quizás le deje algunas sobras a los políticos, para que sigan haciendo su trabajo sucio como siempre», cerró.
PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN DEUDA, OTRA VEZ
Este jueves culminó el proceso de participación ciudadana que se celebró en diversas localidades de La Higuera, a la espera de que se realice la votación definitiva del proyecto Dominga ante la evaluación ambiental. Al respecto, el diputado Daniel Núñez (PC) solicitó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) que amplíe el plazo para realizar observaciones al proceso y la cantidad de talleres de participación ciudadana (PAC).
“Nos parece razonable que ante este atraso en el proceso de participación ciudadana, el Servicio de Evaluación Ambiental amplié el plazo para que las comunidad puedan entregar sus puntos de vista, sus opiniones, de manera conveniente. Estamos ante un proyecto de gran connotación y es clave que los higueranos e higueranas puedan incidir en el proceso”, argumentó.
El diputado recalcó que el proyecto ya lleva tres años en evaluación -fue ingresado en septiembre de 2013- y que recién en octubre se incorporó el impacto que éste tendrá sobre el medio marino. Por ello, resultó imposible evaluar en la etapa final cuáles serán sus consecuencias en este ámbito.
«Nuestra preocupación es justamente la incertidumbre que esta falta de información genera porque no hay certeza de cuáles son los impactos reales que podría tener el proyecto en el medio marino”, señaló. De la misma manera, también se manifestó ante la instalación de las faenas de explotación sobre el acuífero de Los Choros.
Además, dirigentes de la zona enfatizaron que supieron del inicio del proceso de participación apenas 15 días después de su puesta en marcha, lo que ha impedido su íntegro desarrollo.
Andrés Alvarez, vocero de Modema, complementó dicha visión: «Creemos que lo más probable es que aprueben el proyecto, sin conocer la realidad de los y las vecinas. En el último proceso de participación ciudadana no estuvieron presentes los Seremis, siendo que la comunidad en su mayoría lo rechaza. Ellos se quedan con un punto de vista obtenido detrás de su escritorio».
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