La contaminación del mar ocasionada por metales pesados está causando tumores en algunas especies de tortugas, específicamente en aguas de México.
Esta semana, científicos del Departamento de Vida Silvestre del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR), en Guasave, Sinaloa, informaron del hallazgo de dos nuevos casos de tortugas marinas en peligro de extinción con tumores generados por la contaminación de su entorno.
Álan Zavala Norzagaray, responsable del departamento de Vida Silvestre en Ciidir, dijo que estas especies marinas fueron rescatadas por pescadores que interactúan con ellos en el tema de la investigación.
Actualmente, ejemplares de esta especie que han sido afectados se mantienen en tratamiento mientras le son extirpados los tumores.
“Son dos ahorita, el año pasado tuvimos una, la tortuga murió, no tuvimos éxito, le hicimos una necropsia y había muchos daños en diferentes órganos, eran de la especie de la tortuga negra, la que más se consume. Es una alarma, una alerta que estos animales ya nos están señalando”, dijo.
Las altas concentraciones de metales pesados en el agua donde habitan ha ocasionado en estos animales el desarrollo de fibropapilomas, una enfermedad viral infecciosa que afecta tanto externa como internamente.
El entorno amenaza la supervivencia
Los tumores externos se presentan principalmente en aletas, piel, tejidos cercanos a los ojos, región cloacal, plastrón y caparazón, limitando la capacidad de movimiento y alimentación de estos animales.
Los fibromas internos, por su parte, son más comunes en el hígado, pulmones y corazón afectando las funciones respiratorias, digestivas y cardíacas.
Desde mediados del presente año, investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) una dependencia del CIIDIR, estudia este tipo de tumores que en un principio fueron atribuidos a estrés.
Sin embargo, el IPN informó que además de este factor, la contaminación del entorno es la causa principal de este problema de salud con gran afectación sistémica en las tortugas marinas.
Zavala señala que los niveles tan elevados de contaminantes como cadmio y arsénico en los mares, son conocidos como precursores de Cáncer, por lo que la presencia de estos metales en la sangre de las tortugas puede afectar la salud humana.
“Lo que sí es una alerta para nosotros que de manera regional tenemos un problema ambiental, revela estos impactos que estamos generando en la región. Muchos de ellos son hospederos de estas enfermedades que luego nos enferman a nosotros, ya el problema es que estas tortugas nos están llegando con tumores más grandes, cada vez que encontramos una cosa resolvemos una pregunta y nos salen 10 más”, lamentó.
De ahí que la alerta la extendió para quienes gustan de consumir este tipo de especies, de manera literal, no hay nada sano en la carne o los productos de estos animales marinos.
Varias especies afectadas
El estudio fue realizado en 58 ejemplares de tortuga golfina (Lepidochelys olivácea) y en 24 ejemplares de tortuga negra (Chelonia agassizii), especies en peligro de extinción que se encuentran en diferentes zonas acuáticas del estado de Sinaloa.
A pesar de que no resulta una afección contagiosa, los investigadores del CIIDIR advirtieron sobre el riesgo que implica la contaminación del agua en el desarrollo humano.
Entre los contaminantes presentes en el agua se encuentran pesticidas, metales pesados y organoclorados.
También, en mayo de este mismo año arribaron a algunas costas del caribe mexicano especímenes de tortuga blanca, una de las especies más grandes del mundo y que también se encontraban invadidos de estas tumoraciones.
Según los investigadores, varias costas de América se han presentado especímenes con este tipo de tumores, el primer caso registrado fue en el estado de Florida, Estados Unidos, y posteriormente en Venezuela, entre los años 1999 y 2014, cuando se reportaron 391 tortugas infectadas.
Expertos aseguran que el tema es alarmante debido a que este tipo especies son referencia de la situación ambiental que prevalece, los llamados “centinelas del ambiente” y su mayor peligro es que no se conoce aún de qué manera se han propagado estos padecimientos que están mutado estas especies de manera impresionante en los últimos años.
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