Conocida como “moco de roca”, la microalga Didymosphenia Geminata se ha convertido en un gran dolor de cabeza para las autoridades, ya que su presencia ha alcanzado a los ríos Espolón y Futaleufú en la Región de Los Ríos y el Simpson en la Región de Aysén. Sin ser nociva para los humanos, sí daña gravemente los ecosistemas.
El Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) ya decretó Emergencia de Plaga en cinco puntos de la región de Aysén para evitar su propagación, de modo que existen diversos controles en el transporte, acceso y prácticas deportivas en los ríos y lagos del sector.
Esta microalga es una especie exótica invasiva que vive en aguas dulces, que prolifera formando extensos manchones flotantes y que afecta directamente la población de peces y otras algas que habitan en los ríos.
Su principal fuente de contaminación tiene relación con la acción del hombre, que lo transporta en su vestimenta y artículos de pesca y trasporte, adhiriéndose con mucha facilidad en especial a los zapatos, ya que la planta de éstos, mayoritariamente son de goma, hábitat ideal para su propagación.
El caso más extremo de contaminación del Didymo fue en Nueva Zelanda, ya que en cinco años desde su alerta, el 80% de los cursos de agua dulce mostraron presencia de esta alga, afectando su ecosistema.
Para prevenir esto, ya el Senado presentó un proyecto para prevenir la contaminación de cuencas hidrográficas debido a este tipo de algas. Aunque la sala aprobó una iniciativa que obliga a las autoridades a tomar medidas para prevenir la contaminación de las aguas en diciembre pasado, durante este verano, la propagación de la microalga ha aumentado.
El plan de Emergencia decretado por Sernapesca estará vigente sólo hasta el 28 de febrero en toda la zona sur austral del país, sin embargo la temporada la pesca recreativa y la llegada de turistas que practica esta disciplina aún no terminado.
Por Claudia Pedreros
El Ciudadano