Las especiales características geográficas de la Región de Magallanes y Antártica Chilena, y especialmente de la Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos, donde se ubica el nuevo Centro Internacional Cabo de Hornos (CHIC-UMAG), sitúan a esta zona como un polo científico de importancia mundial. Estos atributos fueron destacados durante la cumbre del cambio climático de la ONU, COP27, que se realiza en la ciudad turística de Sharm el-Sheij, Egipto.
Tales conceptos fueron expuestos por el director del CHIC (por su denominación en inglés Cape Horn International Center), Ricardo Rozzi, académico de la Universidad de Magallanes y de la U. de North Texas, quien alertó a los presentes en esta cumbre que hoy el planeta Tierra está en un estado crítico por el calentamiento global y cambio climático.
El biólogo y ecólogo expuso en el pabellón chileno donde también está presente el Gobierno Regional de Magallanes y Antártica Chilena. Ante el público de diferentes naciones, expuso: “Cuando el planeta está en un estado de salud crítica necesitamos preservar los “órganos” que aun quedan ‘sanos’; necesitamos que nos ayuden a salvar una región geográfica especial en todo el planeta”, dijo situándose en el mapa donde la zona austral magallánica se ubica en la parte superior de cara al mar de Drake.
Y agregó que “es como un cono que tiene una superficie muy pequeña y por lo tanto una probabilidad de extinción mayor para aquellos organismos endémicos y es un punto crítico para monitorear el impacto que tiene el calentamiento global y cambio climático sobre la biodiversidad subantártica”.
Ricardo Rozzi manifestó que las causas del cambio climático al final, en las causas últimas son valores y actitudes. Lo que desde el CHIC se investiga es mirar con una “lupa biocultural” cuáles son esos lenguajes, conceptos y valores que llevan a que la sociedad actual emita más gases efecto invernadero de lo que tolera el planeta; y cuáles son esos valores, actitudes y cosmovisiones que contribuyen a reorientar a la sociedad hacia sendas de sustentabilidad y justicia socio-ambiental.
“Chile tiene un liderazgo al proponer una mirada biocultural que es innovadora para Cabo de Hornos y todo el planeta; y esta perspectiva es “made in Chile”. Por lo tanto, estamos enfatizando la educación y por lo tanto la lupa es una lupa biocultural que dará cuenta de los forzantes o impulsores indirectos o casusas últimas”, precisó.
El director del Centro Internacional Cabo de Hornos, que es un proyecto basal financiado por la ANID albergado por la Universidad de Magallanes, resaltó también que hay una plataforma institucional respaldada por una red de universidades coordinadas nacionalmente junto a la P. Universidad Católica de Chile y la Universidad de Chile, e internacionalmente por la Universidad de North Texas. Esta red académica se potencia por el compromiso colaborativo de los ministerios de Ciencias, de Medio Ambiente y de Relaciones Exteriores quienes han asumido la visión del Gobierno Regional de Magallanes y Antártica Chilena, encabezado por su gobernador Jorge Flies, de promover el polo científico del extremo austral del país.
“En resumen, tenemos tres aspectos importantes: un atributo geográfico que es único en el planeta y acá hay que poner la antena; tenemos un lente biocultural y en tercer lugar disponemos de una plataforma institucional con una red de ministerios, instituciones públicas, de científicos, de universidades y a la COP 27 le solicitamos, qué es lo que tenemos que hacer juntos para salvar este punto de que no tengamos que curarlo, sino que prevengamos a que no se enferme”, concluyó el director del CHIC y académico de la UMAG, Ricardo Rozzi.