El escrito denuncia impacto irreversible en los suelos producto de las excavaciones y construcción de galerías, en las riberas derivados del depósito de residuos domésticos y de rocas y estériles, en la flora y fauna que ha sido afectada por el uso de explosivos, el movimiento de tierras, las actividades de construcción y la instalación de campamentos
Se busca la paralización de la faenas que se llevan adelante en los ríos Pascua y Baker., y que se condene a los responsables a reparar el medio ambiente intervenido, indemnizar por los perjuicios causados por la contaminación y el deterioro ambiental que han causado las obras realizadas.
«Daño ambiental irreparable, en forma dolosa o al menos culposa, sobre los ecosistemas de los ríos Baker y Pascua» denuncia la demanda que el Juzgado Civil de Cochrane tramita desde hace 3 semanas en contra de HidroAysén. La acusación, interpuesta por el abogado Marcelo Castillo del estudio Etcheberry y Asociados, busca que la empresa asuma su responsabilidad en torno a los trabajos de túneles que se realizan, en opinión de los requirentes, en forma ilegal en las zonas de los ríos Baker y Pascua y que, casualmente, coincidirían con las galerías de acceso a las salas de maquinas proyectas para dos de sus represas. Esto, en circunstancias que el proyecto aún está en evaluación y no tiene permisos de construcción definitiva.
Dentro de los temas cuestionados se encuentran los impactos irreversibles en los suelos producto de las excavaciones y construcción de galerías, en las riberas derivados del depósito de residuos domésticos y de rocas y estériles, y en la flora y fauna que ha sido afectada por el uso de explosivos, el movimiento de tierras, las actividades de construcción y la instalación de campamentos. Además, se acusa contaminación de los ríos Baker y Pascua por la descarga de residuos líquidos y aguas servidas, y pérdida de biodiversidad y patrimonio ambiental.
La solicitud del abogado, en representación del Consejo de Defensa de la Patagonia, busca que se paralicen las faenas que se llevan adelante en las riberas de ambos cauces, y que se condene a los responsables a reparar el medio ambiente intervenido, y cancelar una indemnización por los perjuicios causados por la contaminación y el deterioro ambiental a raíz las obras realizadas.
Al interponer el recurso Marcelo Castillo expresó que «la demanda se presenta porque la empresa HidroAysén en forma previa a la aprobación de la evaluación de impacto ambiental de su proyecto está ejecutando obras que están causando daño al medio ambiente. Estos ecosistemas son altamente sensibles, tal como lo reconocen los servicios públicos que participan en el comité técnico de la Corema, y por lo tanto la empresa debe reparar el medio ambiente dañado».
LO QUE ESTÁ REALIZANDO LA EMPRESA
El 9 de junio de 2006 la Superintendencia de Electricidad y Combustibles otorgó a Endesa una concesión eléctrica provisional para «realizar los estudios tendientes a evaluar el desarrollo de generación hidroeléctrica en los ríos Baker, Pascua y el Salto». Sin embargo, HidroAysén –consorcio de Endesa y Colbún- a la fecha de la presentación realizaba dos excavaciones simultáneas en los sitios denominados Baker 1 y Pascua 2.2., que corresponden a túneles, obras diferentes a las prospecciones autorizadas. A juicio de los demandantes se trata de «obras mayores de ingeniería propias de la obra definitiva donde estarían emplazadas las ´salas de máquinas´, ya que son túneles de 4 metros de ancho por 4 metros de alto, y de una profundidad superior a los 100 metros en el caso de las obras que se están ejecutando en el río Pascua».
En términos de trabajadores, se calcula en 40 mineros en la zona de Baker 1 y otros 40 en la de Pascua 2.2, con turnos de 20 x 10 días, con bajadas los días 27 de cada mes. Videos y fotografías prueban la evidente intervención que está realizando la empresa en ambas cuencas: http://www.youtube.com/watch?v=EsCGR97trEo
Lo paradójico, han señalado los dirigentes del Consejo de Defensa de la Patagonia, es que si este tipo de faenas fueran realmente las autorizadas en más de 100 predios de la zona sur de Aysén (que es el número general de lotes donde la SEC permitió a HidroAysén realizar sus estudios) se tendría que ya sólo en la etapa de estudios el Estado habría permitido un daño irreparable al patrimonio de cada uno de estos propietarios y a los ecosistemas regionales de gran parte de la zona sur. La pregunta que subyace es si los pobladores afectados con la resolución de la SEC tenían real conciencia de la magnitud de lo que estaba autorizando dicho organismo público.
Por Patricio Segura