Todos sabemos que las balas están hechas para matar. Lo que no todos saben es que –como si fuera poco– los compuestos metálicos de los proyectiles se filtran en el medio natural dañando a la vegetación y los animales.
En las bases de entrenamiento que el ejército estadounidense tiene el el mundo, los soldados abren fuego con armas cuyas balas quedan regadas en terrenos silvestres, causando daños al medioambiente. Ahora las autoridades están solicitando propuestas de diseño de balas biodegradables que debieran ser inocuas para los ambientes salvajes.
Y no es sólo eso, porque la idea es que estas balas contengan semillas especializadas para cada hábitat local, de manera que éstas «germinen como plantas beneficiosas para el ambiente, sin residuos de municiones ni contaminantes», describe el sitio oficial del proyecto.
Es decir que no sólo los restos de las balas ya no serán agentes contaminantes para el suelo y la vida silvestre, sino que también podrán contribuir a que crezcan más plantas. Es un concepto ambicioso, publica IFLScience, pero no está fuera de las posibilidades reales. De acuerdo al sitio oficial, este tipo de casquillo de bala ya ha sido testeado.
«El Laboratorio de Investigación e Ingeniería Cold Regions (CRREL), del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, ha probado semillas de bioingeniería que pueden insertarse en compuestos biodegradables y que no germinarán hasta que hayan estado en la tierra por varios meses», explican.
Ahora sólo necesitan que este compuesto se inserte en tipos de balas que verdaderamente se puedan disparar con armas durante los entrenamientos.
Las propuestas se estarán recibiendo hasta el 8 de febrero, cuando un ganador será llamado a producir balas biodegradables para comenzar las pruebas. Las medidas de las municiones están especificadas y deben ir desde los 40 mm, que es la medida de las granadas, los 120 mm, medida de las balas de tanques y morteros, y hasta 155mm, de las balas de artillería.
Quién lo hubiera pensado. Si la idea resulta exitosa, pronto las actividades bélicas de los soldados estadounidenses estarán cargadas de un sentido más new age. Al menos en lo que se refiere a jugar a la guerra.
Fuente, IFLS
El Ciudadano