En la Región del Bío Bío, en el sector de Boca Itata, un ducto de la celulosa del Grupo Angelini, Celco, descarga sus desechos al mar. Este tubo, que parte en la comuna de Ránquil (cerca de Chillán) hasta Cobquecura (costa norte de la Región), habría sufrido una filtración que produjo la afloración de un líquido (hasta ahora de elementos desconocidos), cuyo hecho fue denunciado por los habitantes de la zona (ver comunicado más abajo).
Estos líquidos, que podrían contener metales pesados y residuos de riles de la fábrica, tienen a la población alarmada debido a que estos elementos son de alto impacto en la salud humana y animal. Además, el sector donde ocurrió el derrame (en la desembocadura del río Itata) posee suelos agrícolas y también alberga pozos de agua para el consumo humano.
Ante esta situación Edgardo Vidal, Subdirector del Comité de Defensa Del Borde Costero de Cobquecura, expresó a El Ciudadano que las autoridades locales no han realizado un manejo adecuado de la información : “En este periodo de elecciones están ocupados de sus campañas y no hacen el trabajo de defender e informar a los territorios, la Celco está desechando residuos a un sector de uso campesino , próximamente hay un proyecto salmonero que se ubicaría dónde se encuentra la pluma de salida del ducto, Según la normativa 19.300 del Medio ambiente, no debería instalarse nada si hay un riesgo para la población”, quien agregó que «la zona de afectación es en relación a los residuos, por ejemplo, una gota de aceite contamina 100 litros de agua de las napas hablemos por decir 10 mil litros, ¿cuál es el riesgo? Nadie dice nada».
Entre unos de los Impactos ambientales, que genera este tipo de actividad son derivaciones de líquidos del emisario que contaminan las cuencas hidrográficas, napas y subsuelos. Además en el ámbito atmosférico producto de la combustión, éstos residuos producen mal olor y emisión de metales tales como, riles de celulosa, licor negro entre otros.
Emelina Zamorano, Jefa Regional de la Superintendencia del Medio Ambiente del Bío Bío, expresó a este medio que están en un proceso de fiscalización: “Nosotros estamos al tanto desde el día lunes, en la cual se nos comunicó que había un denunciante que se acercó a la planta Celulosa Celco Nueva Aldea, y nos indicó que tenía un afloramiento de agua en su predio y que él creía que era del ducto”, explicó la jefe regional.
Zamorano expresa que la empresa de Angelini recogió muestras a través de una entidad fiscalizadora: “Ellos tomaron muestras preliminares y posteriormente acordaron un muestreo para el día martes, a través de una entidad técnica de fiscalización ambiental que son el monitoreo de agua para tomar muestras de agua. Nosotros como Superintendencia de Medio Ambiente, participamos y fuimos a fiscalizar el día martes y presenciamos también del monitoreo que efectuó la entidad de fiscalización”, añade.
Cabe destacar que a partir del 1 de octubre de este año, las empresas para realizar un monitoreo oficial tienen que contratar a una empresa que esté autorizada por la Superintendencia de Medio Ambiente. Por su parte, las muestras recogidas serán entregadas dentro de un plazo de 15 días hábiles. En este sentido, algunas familias han expresado a este medio que enviaran a realizar muestreo de forma independiente.
Por Catalina Manque
El Ciudadano
A continuación reproducimos de forma textual un comunicado de la familia Ceballos Bustos:
EMERGENCIA AMBIENTAL BOCA ITATA, TREHUACO CELULOSA NUEVA ALDEA (CELCO ARAUCO)
EMBLEMA BIO BIO FUNDACIÓN IMAGEN DE CHILE
La Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) del Biobío y la Autoridad sanitaria tomaron muestras de las aguas del sector Boca Itata, donde apareció un extraño afloramiento de aguas, a metros del ducto de residuos del Complejo Nueva Aldea.
Muestras del agua de punteras de Boca Itata, además de análisis de los líquidos vertidos en un terreno agrícola, los que actualmente pasan por las cámaras del ducto al mar del CFI Nueva Aldea de la empresa Arauco, y de la situación en la propia planta captó la Superintendencia de Medio Ambiente del Biobío y la Autoridad Sanitaria, luego de un extraño afloramiento de agua en el sector rural de la comuna de Trehuaco, en la propiedad de veraneo del abogado y ex presidente del Club Deportivo Magallanes don Hidalgo Ceballos Bustos.
“El lugar donde se ha provocado el derrame del ducto de la celulosa Nueva Aldea Celco-Arauco, ha sido recientemente nombrado como emblema de la región del BioBío para el programa de promoción turística de Chile en el extranjero por la Fundación Imagen de Chile”
Expertos de ambos servicios iniciaron así investigaciones paralelas, que se unen a un tercer análisis dispuesto por empresa Arauco con la Universidad de Concepción. Sin embargo, las conexiones entre la empresa del grupo Angelini y la Universidad de Concepción hacen dudar de la idoneidad y competencia para el resultado de los exámenes de agua, por lo que la familia Ceballos ha decidido iniciar investigaciones paralelas con científicos de una universidad de la capital que han decidido mantener en secreto para evitar posibles intervenciones por parte de ejecutivos de Nueva Aldea.
Una segunda muestra del líquido que inundó el predio de la emblemática familia fue analizada por la empresa Arauco, confirmando que no corresponde a residuos industriales de la planta de celulosa Nueva Aldea, cuyo ducto pasa a pocos metros de la propiedad. Sin embargo, miembros del grupo familiar han puntualizado que en su espacio no existen sistemas de cañerías, sino pozos de agua y napas subterráneas naturales bombeadas por punteras. Al negarse a la construcción del ducto, Nueva Aldea extendió la estructura por el camino de tierra, a un costado del terreno.
Un sector dispuesto para la siembra de papas, fue el que de manera repentina, se vio afectado por el afloramiento de un líquido desconocido. Como la tubería que lleva los riles desde la planta de celulosa al mar está a escasos cinco metros de la inundación, sus dueños pensaron de inmediato en la rotura del ducto, algo que había ocurrido el año 2013, afectando a más de una veintena de familias y dejando 8 hectáreas contaminadas a cinco kilómetros de este punto, en la playa de Mela.
La preocupación por el eventual vínculo de este derrame con el complejo industrial y forestal Nueva Aldea, se da en momentos que la planta de Ránquil está en mantención programada, con una parada general de su producción. La interrogante para los lugareños es, si no fue el ducto de Celco, entonces qué ocasionó la inundación, pues no existen aparentemente en la zona pozos o tranques desde donde pudieran emanar aguas subterráneas.
Familia Ceballos Bustos
Santiago de Chile, 12 de octubre de 2016