Por muy orgánico o natural que pueda parecer un alimento no necesariamente significará que es su producción fue sostenible. El mayor problema de la industria alimentaria es que con la globalización hay productos que viajan miles de kilómetros para llegar a una cadena de supermercado, aumentando su huella de agua y de carbono.
De esta forma los grandes distribuidores privilegian a los productores mayores, mientras que los pequeños y medianos agricultores sufren las dificultades propias de un sistema que no los ampara económica ni socialmente.
La organización Open Food Network propone solucionar varias de estas problemáticas. Por una parte quiere conectar a los productores con los consumidores locales, lo que reduciría la huella de carbono y de agua de sus alimentos. Por otro lado, quiere generar un mercado para los pequeños productores, y finalmente ayudar a agricultores y consumidores en términos de ganancias (menos transporte, precios más bajos). En todos los aspectos suena bastante atractiva esta iniciativa, al menos en la teoría.
Para lograr este fin, Open Food Network está trabajando en un proyecto sin fines de lucro llamado Open Food Foundation, una aplicación online que tiene el objetivo de «desarrollar y proteger un bien común de conocimiento «código abierto», aplicaciones y plataformas para sistemas alimentarios justos y sostenibles».
La idea es devolver el sistema alimentario a los comensales y a los propios agricultures, en lugar de las «garras de los grandes distribuidores», explica el medio especializado Treehugger.
La organización ya puso en marcha una demostración de su plataforma, usando como ejemplo algunos lugares de Australia. Pueden ver y conocer la primera etapa de Open Food Foundation en el siguiente enlace. Actualmente están recaudando fondo a través de una iniciativa crowfunding donde pueden aportar para que esta iniciativa crezca y realmente deje la comida en mano de los productores y consumidores.