Luego de más de un siglo, Uruguay vuelve a ver pasear por sus praderas al Pecarí, una especie de la familia de los cerdos que fue víctima de la caza hasta su extinción y de la que unos 100 ejemplares han vuelto a su entorno natural gracias a un plan de la Dirección Nacional de Medioambiente de ese país.
Este animal fue considerado extinto en Uruguay a principios del siglo XX y habitaba particularmente las zonas litoral y este del país suramericano. Sin embargo, un esfuerzo entre la Dirección Nacional del Medioambiente de ese país (Dinama) y una reserva de animales privada lograron importar ejemplares de Argentina y Paraguay para su reproducción.
Actualmente se encuentran en cautiverio unos 400 ejemplares que se han logrado reproducir y en primera instancia se liberaron 100 en su ambiente natural y en un espacio controlado por medidas de seguridad, explicó a Efe el director Dinama, Alejandro Nario. «Esto pertenece a una estrategia nacional de biodiversidad, entre ellos está la recomposición de algunas especies dentro del ecosistema que se han extinto a lo largo del tiempo», señaló.
Añadió que la reintroducción de los animales requirió de un «estudio exhaustivo» en los que se atendieron aspectos genéticos, sanitarios, alimenticios y hábitat de una especie extinta, así como el desarrollo de un plan de monitoreo de la adaptación de estos animales al medio. «Son procesos complejos y debemos evaluar la respuesta al entorno natural del animal para ver si se pueden liberar en otras zonas del país», expreso.
Nario recordó que el Pecarí se extinguió de su país debido a la caza, en la que se mataba al animal para extraer su piel, que en la época «era excepcional». En ese sentido, resaltó que la caza furtiva es algo que ya habían previsto antes de la liberación de los animales, por lo que realizaron campañas de concienciación en las escuelas de las zonas en las que fueron puestos en libertad. Sin embargo, el director contó que la campaña «lastimosamente» dio pie para que algunos cazadores tomaran sus armas y salieran en la búsqueda de este peculiar animal.
Gracias a un trabajo en conjunto de la Dinama junto al Ministerio del Interior se logró dar con el paradero de tres personas involucradas en la muerte de varios animales y los mismos fueron procesados por la Justicia, lo que representa el primer caso en la historia de procesamiento por delitos ambientales a personas, subrayó Nario. «Estamos muy contentos con este proceso, la reacción de la gente ha sido muy positiva y esperamos generar conciencia en la población para evitar situaciones de caza», concluyó.
El Pecarí habita pastizales abiertos y bosques ya que necesita cobertura arbórea para su refugio y alimento, pesa entre 30 y 40 kilos, es herbívoro y su dieta está compuesta por frutos, hojas, y tubérculos, es un animal sociable que vive en grupos de 2 a 30 individuos. Este animal cumple diversas funciones en el ecosistema, mientras busca alimento, aérea y remueve el suelo, por tal razón, se lo conoce como el «animal que hace senderos a través del bosque». Al alimentarse de frutos, el pecarí es también es un dispersor de semillas, jugando un importante rol en los ecosistemas que habita.