¿Después de Australia que? Todas las cifras de la devastadora tragedia

Científicos advierten que la situación es excepcional y la alarma es mundial, copando medios y redes, pues el humo empieza a llegar a países a miles de kilómetros de distancia, como Argentina o Chile

¿Después de Australia que? Todas las cifras de la devastadora tragedia

Autor: Leonardo Buitrago

Las devastadoras consecuencias de los incendios en Australia, que comenzaron en septiembre de 2019, son incalculables. Sin embargo, se han podido conocer algunas cifras aterradoras, como la muerte de 1.000 millones de animales, 10 millones de hectáreas de bosque calcinadas y al menos 26 personas fallecidas en una tragedia que conmociona al planeta.

Las imágenes que circulan en los medios son escalofriantes, ya que la nación más importante de Oceanía experimenta su propio infierno, una de sus peores temporadas de incendios forestales que está devorando los ecosistemas y barriendo con la biodiversidad a velocidades alarmantes.

Según los expertos, lo peor aún está por venir. Incluso, el primer ministro Scott Morrison advirtió que los devastadores incendios pueden continuar ardiendo por meses.

Los incendios están ocurriendo en zonas de la costa este y sur, que es donde vive la mayoría de la población australiana y que incluyen áreas alrededor de Sidney y Adelaida.

Aunque Australia siempre ha tenido incendios forestales —conocida como temporada de incendios— los que se han registrado desde finales de 2019 son mucho peores que los anteriores por su ferocidad y escala.

Los científicos advierten que la situación es excepcional y la alarma ha saltado a todo el planeta copando medios y redes. Incluso, el humo del fuego está empezando a llegar a países ubicados a miles de kilómetros de distancia, como Argentina o Chile.

Las autoridades australianas advirtieron que los devastadores incendios pueden continuar ardiendo por meses. Foto: Getty Image.

¿Cuáles son las causas de los incendios?

Para analizar el origen de esta tragedia es preciso señalar la existencia de causas locales y globales. A nivel local, el Primer Ministro es considerado un negacionista del cambio climático. Entonces, como no se reconoce el problema, se desestima la aplicación de políticas efectivas de prevención y mitigación.

“No hay diagnósticos meditados para conflictos que, por el contrario, se resuelven sobre la marcha de manera poco coordinada”, señaló Guillermo Folguera, filósofo, doctor en biología e investigador de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

A esto se suman las condiciones de sequía tan severas registradas en los últimos meses en el país,  como consecuencia de un fenómeno conocido como «dipolo del Océano Índico», o también como «el Niño indio», que ha propiciado un período de calor y sequía.

Por tal motivo, Australia ha experimentado un invierno caluroso y escasas lluvias, que propiciaron que el fuego se expandiera con mayor rapidez.

Gráfico: BBC Mundo.

En 2019, en la nación oceánica se estableció dos veces un nuevo récord de temperatura. El 17 de diciembre se alcanzó un máximo promedio de 40,9 ºC, y al día siguiente 41,9 ºC.  Mientras que las lluvias del año pasado han sido la más bajas registradas en la historia del país.

Adicionalmente, las fuertes ráfagas de vientos y las condiciones de sequía representaron el caldo de cultivo ideal para que el fuego se esparciera a niveles incontrolables.

“Australia experimentó una combinación récord de sequía y altas temperaturas, haciendo explosivos los incendios forestales. Un grado y medio por encima del promedio del periodo 1961-1990 y dos grados con respecto a la época preindustrial. Según los registros, fue el año más seco, recién comparable con lo que sucedió en 1912. Además, existe una probabilidad muy grande de que aumente el riesgo de cara a los próximos 20 o 30 días”, planteó Inés Camilloni, doctora por la Universidad de Buenos Aires en el área de Ciencias de la Atmósfera, a Página12.

¿Tiene algo que ver el cambio climático con los incendios? El consenso científico es que los niveles crecientes de CO2 están calentando el planeta y que, de hecho, Australia se ha vuelto más calurosa y seca en las últimas décadas, lo que contribuye a que los incendios se vuelvan más frecuentes y más intensos.

A este factor, hay que sumarle el hecho de que la búsqueda desenfrenada de la productividad en un marco de capitalismo agresivo es contraria a la protección de los ecosistemas y los valores de la naturaleza.

En este sentido, un informe publicado en 2019 reveló que Australia ocupa el tercer puesto mundial en términos de emisiones potenciales de CO2, después de Rusia y Arabia Saudí.

El eucalipto es una especie de árbol que arde con facilidad. Foto: Atlántico.net.

El reporte del Instituto de Australia señala que el CO2 potencial de las exportaciones de combustibles fósiles australianos, principalmente carbón, representa el 7 % del total mundial y el 20 % dentro de la los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El informe se basó en datos de producción de petróleo, gas y carbón de la Agencia Internacional de la Energía y cálculos de emisiones de gases contaminantes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), y planteó que las exportaciones de combustibles fósiles de Australia equivalen, en términos de CO2, a casi 75 % de las de la Unión Europea y cuadruplican a las de Venezuela o Colombia.

Asimismo, Australia es un productor forestal muy importante de eucaliptos, una especie botánica conocida como «árbol de la gasolina» , que contiene aceites en sus hojas que pueden hacerlos más inflamables, y que cuenta con largas cintas de corteza que generan un combustible adicional para que el suelo arda.

“Son árboles que arden un montón y se plantan por la rentabilidad que dejan a partir de esquemas de monocultivo y uso intensivo de la tierra”, señaló Guillermo Folguera.

15.000 hogares han sido destruidos por las llamas. Foto: Milenio.

Las cifras de la tragedia

En Australia hay más de 130 focos de incendios activos y las autoridades estiman que se han perdido más de 10 millones de hectáreas de vegetación, el equivalente a la superficie de Austria. Solo en Nueva Gales del Sur  han ardido 3,6 millones de hectáreas.

Las autoridades informan que 26 personas han muerto durante esta temporada de incendios. La mayoría de las víctimas (18) proviene de Nueva Gales del Sur, el estado más afectado.

Adicionalmente, hay decenas de desaparecidos y al menos 15.000 hogares han sido consumidos por el fuego.

Hay más de 130 focos activos de incendios en Australia. Foto: BBC Mundo.

Por tal motivo, se ha declarado «estado de desastre» en las principales zonas afectadas por incendios, algo que supone otorgar más poderes a las fuerzas locales para así tomar posesión de propiedades privadas y ordenar evacuaciones.

«Es difícil predecir lo complicado que serán los próximos días, pero con tantos incendios en el terreno, con un frente de fuego tan extenso, calor y fuertes vientos, hay muchas razones para pensar que tendremos más fuego hoy, mañana y potencialmente el fin de semana», dijo a la prensa el jefe de gobierno de Victoria, Daniel Andrews.

Hasta el momento, más de 150.000 personas han sido evacuadas y los llamados a evacuaciones se han intensificado en la zona alpina y en el municipio de East Gippsland, al sureste de Victoria.

Mientras, en Kangaroo Island, la tercera isla más grande de Australia, las autoridades recomendaron a los residentes de la localidad de Vivonne Bay refugiarse en campamentos asignados para protegerse del fuego.

Miles de bomberos y voluntarios combaten las llamas por aire y tierra. Foto: AFP.

Se han desplegado barcos y aviones militares, además de personal de emergencia, para hacer llegar ayuda humanitaria y evaluar los daños en las zonas más aisladas.

Unos 2.700 bomberos luchan contra los incendios, junto a 3.000 efectivos de reserva del Ejército y otros con capacidades especializadas para ayudar a combatir las llamas que no cesan de arrasar con bosques e infraestructuras.

Se calcula que más de 1.000 animales han muerto como consecuencia de los incendios registrados en Australia. Foto: El Confidencial.

Mil millones de animales han muerto

El profesor Chris Dickman, de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Sydney, estimó en 1.000 millones la cifra de animales muertos por los voraces incendios, entre los que se encuentran mamíferos, aves y reptiles.

“Creo que no hay nada que comparar con la devastación que está ocurriendo en un área tan grande tan rápidamente. Es un evento monstruoso en términos de geografía y la cantidad de animales individuales afectados”, afirmó Dickman, citado por la agencia EFE.

«Sabemos que la biodiversidad australiana ha disminuido en las últimas décadas, y probablemente se sabe que este país tiene la tasa de extinción de mamíferos más alta del mundo. Son eventos como éste los que pueden acelerar el proceso de extinción para una variedad de otras especies”, advirtió el académico.

Los incendios también han vulnerado la sobrevivencia de algunos animales sobre otros, que dependiendo de sus características pueden afrontar el terreno hostil y alimentarse de los que son alcanzados por las llamas, como es el caso de los que no pueden volar.

Un koala calcinado en los incendios. Foto: Reuters.

Por su parte, la ministra de Medio Ambiente, Sussan Ley, aseguró que al menos 28.000 koalas han muerto debido a la situación, cifra que representa un 30 % de la especie.

“Con el tipo de incendios de rápido movimiento que hemos experimentado, los koalas realmente no tienen capacidad para moverse lo suficientemente rápido como para escapar”, indicó el profesor Dickman.

Además, algunos ecologistas apuntan que la cifra de 1.000 millones de animales muertos se queda pequeña, ya que no incluye a miles de anfibios, insectos o murciélagos.

Zona arrasada por el fuego en Australia. Foto: EFE.

Pérdidas en números

El primer ministro Scott Morrison informó los costos que tendrá la recuperación de la infraestructura y el dinero que se necesitará para ayudar a las familias, los agricultores y las empresas que han resultado damnificadas por los voraces incendios.

Morrison, quien recientemente negó la relación entre el cambio climático y la intensidad de los incendios, aseguró que creará una nueva agencia dedicada a la recuperación de las zonas consumidas por el fuego, que tendrá un presupuesto cercano a 1.400 millones de dólares.

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Explicó que el dinero recaudado será para construir carreteras e infraestructura de telecomunicaciones, reponer el ganado de los productores, brindar apoyo a las familias afectadas y ayudar a la recuperación y restauración del medio ambiente y de los animales heridos durante los incendios.

Hasta ahora, según informó el gobierno, de esa cifra han destinado 69 millones de dólares para atender a algunas comunidades.

Sin embargo, para varios expertos en temas ambientales este fondo implementado por Morrison no es suficiente para atender la magnitud de la tragedia.

Richie Merzian, director del programa de clima y energía en el grupo de expertos del Instituto de Australia, aseguró que es necesario acompañar las iniciativas de más políticas climáticas

“El fondo es otra medida ad hoc sin una estrategia clara a largo plazo para abordar el cambio climático. Tampoco está cerca de ser suficiente”, dijo. 

El humo de los incendios se esparce

El humo generado por los incendios de Australia es tal que lleva semanas cruzando el Océano Pacífico. Los glaciares de los alpes neocelandeses se encuentran cubiertos de partículas.

Por si fuera poco, expertos confirmaron que el humo llegó a alcanzar partes de Argentina, Uruguay y Chile, especialmente en la zona central de esos países.

Las imágenes satelitales captadas por la NASA muestran cómo la gigante columna de humo producida por los incendios de Australia se desplazó cerca de 12.000 kilómetros hasta llegar a América del Sur, gracias al flujo de aire.

El humo fue especialmente visible en la Región Metropolitana de Santiago de Chile, pero también dejó curiosas imágenes como el sol y el cielo de color rojizo que reflejaron varios usuarios de Twitter desde Argentina y Uruguay.

Según la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), la gran altura a la que se encuentra el humo es clave para que haya podido realizar un viaje tan largo hasta Sudamérica.

«La columna de humo sube a la atmósfera alta, es como cuando hace erupción un volcán (…). Y en la altura es donde comienza a desplazarse el viento, ahí es más libre. Esto hace que se haya demorado aproximadamente ocho días en recorrer los 12.000 km y que llegue a Chile», explicó Patricio Urra, jefe de turno de la DMC en declaraciones a Radio Bío-Bío.

Eso no es todo, pues según la Organización Meteorológica Mundial el humo podría dar la vuelta al mundo en las condiciones actuales.

«Satélites de la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos muestran que el humo, visible ya en Chile y Argentina, está en camino de circunnavegar el planeta«, señaló la portavoz de la Ourganización, Clare Nullis.

Los incendios de Australia junto con los registrados el año pasado en la Amazonía sudamericana dejan un mensaje muy claro: algo no marcha bien en la relación del hombre con el medio ambiente.

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