La cifra para proteger de manera permanente casi 41 millones de acres en la Amazonía peruana es de 140 millones de dólares, un financiamiento otorgado por el Gobierno del Perú, WWF, la Fundación Gordon y Betty Moore, el Fondo Andino Amazónico y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial.
La iniciativa dirigida por el Gobierno peruano es un logro, no sólo para la nación andina, sino también para el Amazonas en general, porque esta iniciativa se suma a otras dos similares en Brasil y Colombia.
Dichas iniciativas juntas protegerán de manera permanente aproximadamente el 12 % del Amazonas. Los recursos serán utilizados para la adquisición de equipos y capacitación.
Áreas protegidas
En Perú, las áreas protegidas de la Amazonía son vitales para la salud y la prosperidad del medio ambiente y la economía del país. Sus bosques absorben casi el 50 % de las emisiones estimadas por la deforestación.
La Amazonía peruana ayuda a impulsar la economía, principalmente por medio de los ingresos generados por el turismo de personas que viajan para observar la vida silvestre del lugar.
El ecoturismo
Este financiamiento surge, además, por la solicitud de empresarios de ecoturismo, como es el caso de Alfredo Ferreyros, que hace cuarenta y cuatro años creó una de las primeras empresas para el turismo ecológico en el Perú.
Ferreyros ha ayudado a diseñar la red de áreas protegidas del país, y con esta ayuda económica espera la expansión y el efectivo manejo de estos importantes lugares, a través de los Parques Nacionales: Patrimonio Natural del Perú.
Según el empresario de ecoturismo, una de las mejores formas para acabar con la deforestación es garantizar que existan fondos a largo plazo para que los parques nacionales del país sean administrados adecuadamente.
La Amazonía peruana es una de las áreas con mayor biodiversidad del planeta, y es la región biogeográfica con menor población humana de esa nación.