En su editorial del 1 de agosto titulado ”About that salmon” el diario norteamericano The New York Times (NYT) realizó una dura crítica al actual manejo sanitario de la industria de cultivo de salmón en Chile. La publicación señala que la producción industrial de salmónidos está sufriendo graves problemas a nivel mundial. Sin embargo, cuando se refiere a la situación en Chile, señala que esta es “simplemente insostenible”.
Aun cuando hace alusión a que en el país sudamericano se han hecho esfuerzos por cambiar las prácticas sanitarias y ambientales desde la aparición del virus ISA, el cual casi desvastó a esta industria exportadora, asevera que estas medidas no han sido suficientes. En este sentido, coloca como evidencia el último reporte del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), el cual confirma la existencia de 23 centros de cultivo que se encuentran en la categoría de sospechosos de haber contraído este letal patógeno.
EXPANSIÓN HACIA MAGALLANES
El periódico estadounidense caracteriza la forma en que Chile se previene del virus como “trágica en sí misma”, ya que “las empresas han comenzado a mover sus centros desde las aguas contaminadas hacia aguas cristalinas, acción equivalente a trasladar una granja de producción industrial de cerdos a una pradera virgen”, enfatiza ironicamente el NYT.
Finalmente el editorial alude a que “los múltiples errores del 2007, situación que debe ser tomada en cuenta para prevenir otro desastre sanitario”.
El New York Times había realizado un incisivo reportaje la última semana de julio bajo el título de “Norwegians Concede a Role in Chilean Salmon Virus”.
En este artículo se analizan la responsabilidades de empresas noruegas en la introducción del letal virus ISA en aguas chilenas, algunas de ellas vinculadas al Estado noruego. En el artículo se cita a Don Staniford, coordinador de la Alianza Global Contra la Acuacultura Industrial (GAAIA), quien advierte que una vez que este letal virus aparece y es descubierto “es imposible quitárselo de encima”.
Por su parte Juan Carlos Cárdenas, médico veterinario, y director del Centro Ecocéanos quien también fue entrevistado por el NY Times para este artículo, afirmó que “las señales y advertencias están siendo múltiples sobre el hecho que la ‘bomba de tiempo’ que constituye este monocultivo industrial intensivo, volverá a explotar, tal como lo hizo el 2007 en Chiloé”.
“Ahora será en las aguas de la región de Magallanes, Patagonia chilena, donde la industria ha solicitado 1.600 nuevas concesiones de salmonicultura, para ocupar 13.000 hectareas de prístinos golfos, bahías, estuarios y fiordos, teniendo como meta aumentar en los próximos años de 6 mil a 80 mil toneladas anuales las producción regional de salmónidos”, indicó Cárdenas.
Agregó además que “las malas prácticas sanitarias y ambientales descubiertas en noviembre pasado en el centro de engorda de Acuimag, en Puerto Natales, donde ocurrió el primer brote de virus ISA en aguas de Magallanes, deja en evidencia que la denominada nueva ‘salmonicultura 2.0′ es sólo propaganda y relaciones públicas. Los ciudadanos aún estamos a tiempo para detener este ecocidio austral”, afirmó.
A principios de año, Don Staniford había indicado durante el lanzamiento de la coalición internacional GAAIA que “el salmón de cultivo está generando destrucción alrededor del mundo y significa una advertencia para la salud a nivel global. Como buenos ciudadanos globales, necesitamos enfrentar el hecho que la industria de salmonicultura está dañando seriamente la salud pública, de los océanos y de la biodiversidad marina”.
“El cultivo industrial de salmónidos se está expandiendo en Noruega, Chile, Escocia, Irlanda, islas Faroe, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Japón y ahora Rusia, como si fuera un cáncer maligno para nuestras costas. Es necesario detener la expansión del cultivo industrial de salmón para desarraigarla de la faz de nuestro precioso planeta”, agregó el coordinador de la Alianza GAAIA.
Fuente: Radio del Mar, Ecoceanos News