Diputada Molina solicita antecedentes a Aduanas tras falsas informaciones de Enap sobre litros derramados

Tras las erradas informaciones entregadas por Enap al respecto de los litros que habría vertido el Buque Mimosa en la Bahía de Quintero el pasado 24 de septiembre, la diputada Andrea Molina anunció que solicitará a la Dirección de Aduanas de Valparaíso el número de litros que fueron declarados por Enap, teniendo en cuenta que el crudo provenía del extranjero y que dicho organismo ha de registrar la información pertinente de cualquier importación que haya al país.

De esta manera la diputada espera sacar el cálculo preciso del petróleo derramado; “Todo producto que entre al país debe presentar un manifiesto y pagar los debidos impuestos, razón por la cual, Aduana debe entregar información precisa respecto de lo que autorizó entrar a nuestro país y la tributación que afectó esta operación. Entonces, conociendo el número de litros manifestados y declarados a Aduana por Enap y restándole a éste la cantidad de petróleo que quedó luego del accidente, podremos calcular la suma exacta que se derramó en el mar y corroborar la información que dio el Fiscal Marítimo”.

Molina solicitó asimismo al Gobernador Marítimo que los antecedentes de la etapa de investigación llevada a cabo por la Fiscalía Naval sean remitidos al Ministerio Público, quien lleva a cabo la investigación penal, ya que según la parlamentaria, “confiamos que con esta información, que a todas luces habla de una negligencia, el Fiscal va a tener una herramienta bastante poderosa para dilucidar responsabilidades en este caso dado que es un ente técnico, con las mayores especialidades, quien ha determinado responsabilidades en una preliminar investigación sumaria”.

Cabe recordar que el informe de la Fiscalía Naval al respecto del derrame y relativo a la etapa de investigación, además de destapar el craso error de Enap, que había cifrado en 23.000 los litros derramados, cuando en realidad fueron 38.000, constató diversas irregularidades acometidas por la estatal,  entre ellas no seguir los protocolos de la Armada en la maniobra de descarga, no  contar con un eficaz sistema de amarre a la monoboya (punto de entrada del petróleo al terminal de Enap) y no contemplar un procedimiento específico para evitar los riesgos de contaminación en caso de este tipo de sucesos.

Además se acusa el mal estado de las espías ( cuya ruptura provocó el derrame), que debían tener un largo de 100 metros y soportar 350 toneladas, requisitos que no fueron cumplidos. En concreto, fue el  Departamento de Ingeniería Mecánica de la U. Federico Santa María el que, en el contexto de las pericias encargadas por la Armada, estableció que las espías no tenían la resistencia mínima recomendada por el fabricante.

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