La polución por partículas ultrafinas (hasta un diámetro de 2,5 micras) producidas por los focos contaminantes en industrias, calefacciones, vehículos, sector agrario en todo el mundo han ido restando calidad al aire en las últimas décadas, siendo Asia uno de los continentes con más países con una atmósfera degradada.
Según el Informe Mundial de la Calidad del Aire 2019 de la organización IQAir, que recogió datos de 3.000 ciudades del mundo, las capitales de Asia encabezan el ranking de las ciudades más contaminadas del planeta mientras un nuevo estudio asegura haber encontrado una región atmosférica no afectada por las actividades humanas.
El aire más limpio de la Tierra, según un grupo de investigadores, se encuentra en el área sobre el Océano Austral, entre el sur de Australia y la Antártida, ya que está libre de aerosoles antropogénicos, lo que la hace «verdaderamente prístina».
Para demostrar esto, los científicos de la Universidad Estatal de Colorado y la Oficina Australiana de Meteorología llevaron a cabo un perfil de bacterias en la capa límite de aire que alimenta las nubes en la atmósfera inferior.
Sus hallazgos, publicados en la revista PNAS, muestran qué hay en el aire sobre el Océano Austral y de dónde proviene.
La muestra de aire
Thomas Hill, de la Universidad Estatal de Colorado, observó la bacteria en las muestras de aerosoles ambientales entre las altitudes de 42.8 a 66.5 grados sur durante un viaje de investigación y las usó como una «herramienta de diagnóstico» para comprender el aire.
Dado que los aerosoles que controlan las propiedades de las nubes del Océano Austral están fuertemente vinculados a los procesos biológicos del océano, el experto dijo que la Antártida parece estar aislada de la dispersión de microorganismos hacia el sur y la deposición de nutrientes de los continentes del sur.
El estudio “sugiere que el Océano Austral es uno de los pocos lugares en la Tierra que se ha visto mínimamente afectado por las actividades antropogénicas», apuntó Hill.
De acuerdo con el análisis de las muestras del Océano Austral, los resultados demostraron que la mayoría de los microorganismos provenían del océano. De hecho, en diferentes latitudes la composición bacteriana difería, volviéndose menos diversa cuanto más se acercaba a la Antártida.
Esto, dice el científico, sugiere que el Océano Austral está aislado en gran medida de las partículas antropogénicas producidas en otras partes del mundo.
«Una consecuencia e implicación para la capa límite marina de esta región y las nubes que la cubren es que es verdaderamente prístina, libre de influencias continentales y antropogénicas», escribió el equipo.
Región impoluta
Los hallazgos respaldan la idea de que el Océano Austral “es una de las pocas áreas en la Tierra «que es poco probable que haya cambiado debido a las actividades antropogénicas».
Si bien la noticia es alentadora, el Informe Mundial de la Calidad del Aire 2019 de la organización IQAir indicaba que entre las diez capitales más limpias se encuentran tres de Escandinavia, la de Estonia y la de Islandia.
Contradictoriamente, este dosier colocaba a Canberra, una de las ciudades de Australia más desconocidas, en el puesto 52 de la lista, esto tomando en cuenta la contaminación por exposición a las partículas PM2,5, el contaminante más dañino para la salud humana.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 92% de la población mundial respira un aire tóxico, mientras que se estima que en los países en vías de desarrollo el 98% de los niños de menos de cinco años respiran aire insano.
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