Casi todos los infantes del mundo están expuestos a una calidad de aire que sobrepasa el nivel mínimo aceptado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según un nuevo informe de UNICEF. El estudio afirma que de los 2.260 millones de niños en el mundo, 2.000 millones respiran un aire inseguro, y entre ellos, 300 millones están viviendo en áreas donde la contaminación es seis veces más alta que lo recomendado por la OMS.
De acuerdo a estos parámetros, se considera inseguro el aire que contiene más de 10 microgramos de partículas (que miden menos de 2,5 micrones) por metro cúbico. Las consecuencias de respirar aire contaminado resultan en una serie de desórdenes respiratorios e incluso pueden llegar a ser fatales.
Debido a que los niños inhalan más aire que los adultos, en relación al tamaño de su cuerpo, y que aún se están desarrollando físicamente, son especialmente vulnerables a los peligros de la contaminación aérea. El sistema inmune infantil suele ser más débil que el de los adultos y sus vías respiratorias son más propensas a bloquearse.
«Los agentes contaminantes no sólo dañan los pulmones de los niños, sino que pueden atravesar la barrera hematoencefálica y dañar permanentemente sus cerebros en desarrollo. Ninguna sociedad se puede permitir el lujo de ignorar la contaminación del aire», advierte Anthony Lake, director ejecutivo de Unicef.
Cerca de un millón de niños menores de 5 años mueren de neumonía cada año, y se cree que más de la mitad de estos casos son provocados por la respiración del aire contaminado.
Para cumplir con los objetivos de la OMS, se espera evitar alrededor de 2,1 millones de muertes anuales de todas las edades.
La tarea no es fácil, puesto que los niveles de contaminación están aumentando globalmente. Se cree que al aire tóxico contribuyó con una de ocho muertes en todo el mundo en 2012, y un estudio reciente, publicado en la revista Nature, pronosticó que la contaminación del aire será el doble de aquí al año 2050, a menos que se pongan en marcha cambios radicales.
Las mayores fuentes de este tipo de contaminación son las emisiones tóxicas de los vehículos, el exceso de uso de combustibles fósiles (bencina, petróleo, gas) y la quema de basura. El problema es especialmente grave en el sur de Asia, donde 620 millones de niños respiran aire tóxico cada día, mientras 520 millones de niños en África y 450 millones de niños en Asia del este,están expuestos a niveles de contaminación que son peligrosos.
Por IFLS
El Ciudadano