Los británicos, famosos en el mundo por sus buses rojos de dos pisos, no dejan de sorprenderse con las cualidades de estas micros que hasta tienen aspecto de vaca por el ploteado que exhiben.
Los Bus Hound son prototipos propulsados por biometano y fueron desarrollados por la empresa Reading Buses. A pesar de estar propulsados por un combustible que tiene como materia prima excrementos de vacas, sus unidades no huelen mal y contaminan menos que los buses tradicionales.
Los residuos animales se tratan con una técnica llamada Digestión Anaeróbica, que convierte los excrementos en biogas. Este producto se licúa y es convertido en biocombustible líquido que se almacena en siete grandes tanques situados en el techo de autobús similares a los utilizados por los vehículos propulsados con GNC (gas natural comprimido). Por eso los colectivos tienen esa silueta superior tan peculiar. Además, tal como puedes ver en el vídeo, está pintado de blanco con manchas negras, simulando el pelaje vacuno.
En el Reino Unido también circulan autobuses impulsados por excrementos humanos. Se trata de los famosos Biobuses.