El embalse Las Trancas debería empezar a funcionar en el año 2019, en la comuna de Combarbalá, Región de Coquimbo. El proyecto considera lograr almacenar cerca de 50 millones de metros cúbicos de agua, que serían utilizados principalmente para regadíos. Por lo que la Agrupación Ecológica Valle El Durazno ha estado en pie de lucha contra el mega proyecto de regadío desde que inició sus tramitaciones.
De hacerse efectivo el funcionamiento del embalse, la Agrupación afirma que provocaría la inundación del pueblo El Durazno, que se caracteriza por ser una reserva ecológica que conserva flora y fauna en peligro de extinción. Además de tener un patrimonio arqueológico invaluable y poco reconocido.
La ofensiva toma fuerza también porque el 80% de las aguas de regadío del embalse, lo concentrarán sólo dos empresas agrícolas y acusan que «Tan escandalosa es la colusión en este caso, que empleados de las agrícolas han aparecido distribuyendo citaciones de reparticiones gubernamentales, o el gobierno ha internalizado como argumento de esta obra pública la pretensión de quintuplicar el área de cultivo de las empresas», según consignan en la web Araucanía Cuenta.
Sin embargo, esta mañana los parlamentarios tuvieron un primer acercamiento a los argumentos presentados por la agrupación ecológica y conluyeron que es misión del gobierno optimizar y resguardar el uso del agua para riego y consumo humano, pero que esto no puede suponer generar obras para profundizar la inequidad social.