El cambio climático podría intensificar los incendios forestales en la Amazonía

Según un estudio publicado en la revista Science Advances, alrededor del 16 por ciento de los bosques en el sur de la Amazonía brasileña pueden arder para 2050 "a medida que el clima se vuelva más seco y cálido en las próximas décadas".

El cambio climático podría intensificar los incendios forestales en la Amazonía

Autor: Pedro Pérez

Los incendios forestales han demostrado en los últimos años lo devastadores que son y las regiones afectadas apenas dan una señal de recuperación a largo plazo. Siendo un hecho derivado del Cambio Climático, podrían intensificarse aún más, sobre todo en la Amazonía.

 De ser así, como advierten los expertos, el pulmón vegetal de la Tierra, ya devastado durante 2019, podría convertirse en un sumidero de Carbono en un futuro cercano.

Al igual que Australia, que arde en llamas hace unas semanas a pesar de la advertencia realizada una década atrás, la Amazonía también tiene su pronóstico. Los expertos estiman que en 2050 esta región podría experimentar graves incendios forestales.

Según el autor de un estudio publicado en la revista Science Advances, alrededor del 16 por ciento de los bosques en el sur de la Amazonía brasileña pueden arder para esa fecha «a medida que el clima se vuelva más seco y cálido en las próximas décadas».

Esto significa que un devastador incendio a causa del calentamiento global duplicaría el área quemada en esta región en las próximas tres décadas.

Al igual que Australia, que arde en llamas hace unas semanas a pesar de prever el problema hace décadas, la Amazonía también tiene su pronóstico. Los expertos estiman que esto ocurriría en 2050.

Predecir el futuro

Para demostrar cómo esto poder ocurrir, los expertos utilizaron proyecciones climáticas regionales para crear un modelo para predecir el futuro de los incendios forestales en el sur de la Amazonía brasileña.

El área que observaron cubría 192 millones de hectáreas en la parte más seca del bosque. De ellos, el 72 por ciento presentaba bosques nativos, mientras que el área deforestada se usaba principalmente para ranchos ganaderos, seguida de la agricultura mecanizada.

Los datos recabados sugieren que el dióxido de carbono que ya ha sido liberado a la atmósfera probablemente ya ha condenado a la región a «calentamiento y secado sustanciales», lo que a su vez probablemente intensificará los incendios.

El equipo explicó que la deforestación disminuyó en un 70 por ciento en la Amazonía entre 2004 y 2014, evitando que se libere el equivalente al 12 por ciento de las emisiones globales anuales de dióxido de carbono. A pesar de eso, los incendios forestales se han agravado gracias a las actividades humanas y al clima extremo, y están enviando más carbono a la atmósfera.

El dióxido de carbono que ya ha sido liberado a la atmósfera probablemente ya ha condenado a la región a «calentamiento y secado sustanciales».

Advertencia

La advertencia de los expertos es que los cambios en la temperatura y los niveles de lluvia en el bosque podrían llevarlo a un nuevo estado de baja biomasa.

En ese contexto, la quema probablemente arrojaría grandes cantidades de gases de efecto invernadero a la atmósfera y aceleraría el calentamiento global.

Tomando en cuenta el historial que dejan los incendios recientes en Australia, «ignorar esta fuente potencialmente grande de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera puede restringir nuestra capacidad de mitigar el cambio climático y, en consecuencia, socavar la conservación efectiva de los bosques amazónicos”.

Ahora bien, una opción en un escenario como ese—según los expertos– sería evitar a toda costa una nueva deforestación, como lo que las emisiones netas de gases de efecto invernadero liberadas por los incendios podrían reducirse a la mitad y evitar que los incendios se propaguen a áreas protegidas y tierras indígenas.

«Los incendios forestales, exacerbados por los fenómenos meteorológicos extremos y el uso de la tierra, amenazan con cambiar el Amazonas de un sumidero neto de carbono a una fuente neta de carbono. Los esfuerzos agresivos para eliminar las fuentes de ignición y suprimir los incendios forestales serán críticos para conservar los bosques del sur del Amazonas», puntualizaron.

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