El primate más grande de la Tierra, el gorila oriental (Gorilla beringei), está en ‘peligro crítico’. Así lo anunció la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN), luego de que su población decayera dramáticamente en sólo 20 años. Esto deja un panorama devastador para los grandes simios, donde cuatro especies –dos de gorilas y dos de orangutanes– ya están al borde de la extinción.
Entre las 82.000 especies listadas por la UICN, casi un 30% está enfrentando esta suerte y la causa es casi totalmente debido la acción humana, informa The Independent.
La nueva clasificación ‘en peligro crítico’ para el gorila oriental de llanura, también conocido como gorila de Grauer, fue anunciada en el Congreso Mundial de Conservación en Hawai, luego de que los investigadores observaran que su población disminuyó en al menos 77% en sólo dos décadas.
El otro tipo de gorila oriental, el de montaña, también ha disminuido, con una población total de sólo unos cientos.
Inger Andersen, directora general de IUCN, dijo: “Ver al gorila oriental – uno de nuestros primos más cercanos – empujado hacia la extinción es realmente angustiante. Vivimos en un tiempo de tremendos cambios y cada actualización de la Lista Roja de la UICN nos hace ver lo rápido que está escalando la crisis global de extinción».
La lista roja incluye a 82.954 especies, de las cuales 23.928 – 28,8% – están amenazadas de extinción. Pero es probable que el prospecto de perder a los gorilas sea el más chocante.
El gorila de montaña ha estado en peligro crítico por 20 años, con sólo unos 300 individuos maduros vivos restantes, aunque el turismo de vida salvaje de los últimos años ha ayudado a recuperar su número levemente.
Hace dos décadas, el gorila de Grauer tenía una población relativamente equilibrada de 17.000 individuos, pero la ‘Gran Guerra Africana’ que estalló en la República Democrática del Congo a fines de los años 90.
El conflicto convirtió a la región en uno de los lugares más violentos del planeta y a pesar de que se le dio fin oficialmente en 2003, los grupos armados siguen controlando algunas partes de la selva donde viven los gorilas. Allí se hace dinero con la minería en oro, diamantes y coltán, metal usado en la industria telefónica.
Estas minas están en la selva profunda, donde no hay granjas que provean de alimento, por lo que los mineros van de caza. Como son fáciles de seguir en la selva, los gorilas son un blanco fácil.
El Ciudadano