Al parecer no era tan fácil como decretar el cierre total y definitivo del proyecto para que Pascua Lama fuera enterrado de forma permanente. Pues, cuando la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) tomó dicha medida, Barrick anunció que su iniciativa binacional podía ser explotada de forma subterránea. Junto con ello la empresa canadiense anunció estudios de prefactibilidad para poder explotar el yacimiento.
Sin embargo, eso fue “una cortina de humo”, según lo califica el activista Lucio Cuenca, argumentando que con eso Barrick lograba “bajar el perfil” al cierre de la iniciativa y “evitar un impacto hacia el valor de sus acciones en las bolsas de Toronto y Nueva York”.
Justo un día antes de la Asamblea Anual de Accionistas, Barrick Gold “se vio obligado a reconocer que la explotación minera subterránea era inviable”, relata Cuenca, director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA). Esto luego del anuncio realizado el lunes 23 de abril de suspender los estudios para extraer el oro de forma subterránea.
Optimización de Pascua Lama
Según anunció la compañía canadiense, la decisión la tomó por un tema netamente económico, porque la optimización del proyecto, si bien -dijeron- “puede ser factible desde un punto de vista técnico, no cumple con los criterios de inversión de Barrick”.
A renglón seguido, explicó que tomando en consideración varios factores “la compañía ha suspendido el trabajo sobre el estudio de prefactibilidad”. En ese sentido agregó que “se enfocará en ajustar el plan de cierre del proyecto” en línea con los requerimientos legales.
Para Cuenca, a pesar de lo expuesto por Barrick, este conflicto para la comunidad y quienes defienden el Valle del Huasco en la región de Atacama, “no está cerrado”. Aún queda fiscalizar el cierre de las faenas y algunos recursos pendientes, según advierten.
En tanto, para Barrick sigue “como una opción de desarrollo” la explotación binacional cuando -dice el director de OLCA- «mejoren sus indicadores económicos y los riesgos relacionados puedan ser mitigados”.
Barrick Gold ingresó su primer estudio de impacto ambiental el año 2000 para ser aprobado un año después. Sin embargo, el 2005 volvió a presentar un nuevo proyecto que fue aprobado un mes antes de terminar el mandato del presidente Ricardo Lagos. Desde un comienzo organizaciones ambientales y las comunidades denunciaron las falencias y debilidades del estudio, y acusaron que el proyecto era inviable sin destruir la naturaleza, específicamente los glaciares.
Como muestra de los problemas ambientales, sociales y financieros que enfrentó la gigante canadiense con Pascua Lama, es decidor que en un inicio se haya evaluado en US$950 millones y el año pasado se haya calculado sobre los US$ 8 mil millones.
A casi 20 años de la primera aprobación del proyecto, se pueden contar a trabajadores muertos en las faenas del proyecto, glaciares afectados, agua contaminada, comunidades divididas y una serie de problemas ambientales que la SMA consideró al momento de decretar el cierre definitivo y total de la iniciativa.