«¿Quieres saber cómo se ve la extinción?» pregunta Daniel Schneider. «Este es el último macho de rinoceronte blanco del norte. El último. No hay más». Así se lee en el tweet de Daniel Schneider, «biólogo, buzo, viajero, observador, humanista, activista», según su propia biografía en Twitter. Schneider publicó el lunes la foto de Sudán, el rinoceronte. Desde entonces ha acumulado más de 40.000 ‘me gusta’ y más o menos la misma cantidad de retweets.
https://twitter.com/BiologistDan/status/927591025551351808?ref_src=twsrc%5Etfw&ref_url=http%3A%2F%2Fwww.iflscience.com%2Fenvironment%2Fphoto-of-the-last-northern-white-rhino-goes-viral-breaks-the-collective-internets-heart%2F
Sudán es uno de los tres únicos rinocerontes blancos que quedan en el mundo. Los otros dos son Najin, su hija de 28 años, y Fatu, su nieta de 17 años.
Ellos tres, junto a Suni (un rinoceronte blanco del norte que murió en 2014) fueron trasladados desde la República Checa hasta el OL Pejeta Conservancy en Kenia en 2009, donde se esperaba que un ambiente más cercano a su hábitat natural animara a los rinocerontes a reproducirse. Más tarde se descubrió que ni Fatu ni Najin pueden reproducirse de forma natural y que el recuento de espermatozoides de Sudán es decepcionantemente bajo, como informa el sitio web de Conservancy.
Los rinocerontes blancos pueden vivir hasta los 50 años, pero su edad promedio de muerte es 40. Sudán ya tiene 43 años, lo que significa que el tiempo se está acabando para él y para toda su especie. Entonces, en abril de este año, Sudán se unió a Tinder.
Su perfil decía: «Soy único. No, en serio, soy el último rinoceronte blanco macho del planeta tierra. No pretendo ser tan atrevido, pero el destino de mi especie depende literalmente de mí. Me desempeño bien bajo presión. Me gusta comer pasto y refrescarme en el barro. No hay problema. 6 pies de altura y 5.000 libras, si es que importa».
Por supuesto que se trataba de un truco publicitario. Los investigadores esperaban recaudar 9 millones de dólares para financiar el tratamiento de fertilización in vitro, utilizando esperma de Sudán y óvulos de Fatu o de Najin.
La caza furtiva puede haber condenado a la especie de Sudán a la extinción, pero en otros lugares de África, los esfuerzos de conservación para proteger al rinoceronte blanco del sur han sido un gran éxito. Después de ser llevados casi a la extinción por los cazadores furtivos coloniales, su número ha aumentado de menos de 100, en 1895, a unos 20.000 en 2017, lo que los convierte en la única especie de rinoceronte que no figura en la lista de ‘en peligro de extinción’.
En cuanto a los rinocerontes blancos del norte, todavía hay esperanza. Los conservacionistas de OL Pejeta Conservancy esperan recaudar 1 millón de dólares para técnicas de fertilización con una campaña GoFundMe llamada «Make a Rhino«.
Por IFLScience
EC