Rainforest Alliance, con sede principal en Estados Unidos y subsede en Bolivia (Santa Cruz), fue quien dio la certificación ambiental FSC a la empresa Forestal Mininco, contra todo principio, sin atender los graves daños socio ambientales que han causado las plantaciones de monocultivos de pinos y eucaliptus, la contaminación de sus plantas de celulosa, ni los conflictos sobre tenencias de tierras con comunidades Mapuche, que involucran lugares sagrados del Pueblo Mapuche al interior de sus predios, además de las violaciones a los derechos humanos vinculados a esta empresa, abriéndose así mercados internacionales para mayor lucro a costa de la depredación.
No conforme con esto, Rainforest Alliance, con domicilio principal en 65 Millet, Richmond, Estados Unidos, otorgó a Forestal Mininco el Premio a la Trayectoria Sustentable 2015, que según esta entidad: “Es un reconocimiento entregado por el compromiso demostrado con las prácticas empresariales responsable”, el que fue recibido por Francisco Ruiz-Tagle Edwards, gerente general de la empresa, quien manifestó en la ocasión que “en Forestal Mininco el ser sustentable es una política, que se desprende del espíritu corporativo de Empresas CMPC que nos impulsa diariamente a hacer las cosas bien. Ser reconocidos con este premio nos alegra y es un estímulo para todos los miembros de la empresa y nos posiciona además como referentes del rubro a nivel mundial”.
Si bien la ceremonia se realizó en mayo del 2015 en el Museo de Historia Natural de Nueva York Estados Unidos, el premio con posterioridad ha sido ampliamente difundido hasta el día de hoy a través de diversos espacios del mercado y redes internacionales medio ambientales, con el claro propósito de contribuir a una imagen amigable de la empresa.
CMPC – Forestal Mininco, es una de las empresas más cuestionadas en Chile. Desde su rol en la dictadura militar que involucra a ejecutivos de la Planta CMPC de Laja con detenidos y ejecutados políticos, hasta los graves conflictos de tierras con comunidades del Pueblo Mapuche que ha involucrado el asesinato de un joven Mapuche, Alex Lemún, en noviembre del 2002, la muerte de Zenón Díaz Necul en mayo 2005 y la aplicación aberrante de leyes fácticas, como la antiterrorista en contra de numerosas personas Mapuche, contribuyendo a intensificar la criminalización y militarización de numerosas comunidades Mapuche que reclaman tierras ancestrales en el Bio Bio y Araucanía.
Se estima que el Pueblo Mapuche en Chile, con una población de un millón quinientas mil personas no tiene más de 600.000 hectáreas, sin embargo dos grupos económicos en el centro sur concentran casi dos millones de hectáreas en plantaciones forestales. El grupo Matte, de Mininco – CMPC, controlan más de setecientas mil hectáreas de plantaciones y Angelini, de Forestal Arauco – Celco, un millón doscientas mil, cuyo modelo industrial ha causado graves daños a los territorios y sus ecosistemas, a quienes se les atribuye los altos índices de empobrecimiento, desplazamiento población campesina – agrícola y la sequía.
Otro de los graves problemas que han proliferado a causa de las actividades de estas empresas, es el desplazamiento del bosque nativo; el uso indiscriminado de plaguicidas y contaminación de ecosistemas; acorralamiento de comunidades rurales por los monocultivos; destrucción de caminos rurales y polución por el tránsito de la maquinaria pesada, principalmente en tiempos de cosecha; pérdida de flora y fauna y de plantas medicinales y alimenticias; trasgresión de lugares sagrados, peligros de plagas como la avispa taladradora; y la perdida de suelos a causa de la tala rasa.
Finalmente, uno de los hechos que también ha preocupado a poblaciones locales, son los niveles de contaminación de sus plantas de celulosa, donde además, como ocurre con la planta en la comuna de Renaico, ha tenido sendas denuncias por contaminación de las aguas.