Consultoras ambientales empresariales y el descredito del sello FSC
la empresa consultora Rainforest Alliance, que trabaja coludidamente con la Empresa Forestal Mininco (Forestal Mininco comenzó a trabajar por primera vez con RA en 2009, cuando comenzó su proceso de obtener la certificación del Forest Stewardship Council®(FSC®), que le fue otorgada tres años después), hoy, además, es evaluadora de la empresa “Semillas Imperial” una empresa destinada al “mejoramiento genético del eucaliptus”, que es una fusión de las empresas pro bosque y bosques cautín, quienes vienen estableciendo huertos para semilleros clonales donde producen semillas, como señalan “de alto valor genético que permiten aumentar la productividad de sus plantaciones tanto en volumen como en toneladas de celulosa por hectárea”.
Estas empresas consultoras de FSC continúan evaluando a empresas severamente cuestionadas en materia de Derechos Humanos y medio ambiente, con actos que se trasladan a otras latitudes como ocurre con Alto Paraná (Forestal Arauco) en Misiones, norte de Argentina, donde la empresa ha sido duramente cuestionada por graves conflictos con población local, por situaciones de contaminación, violencia de guardias privados a población indígena e impactos por sequía.
La misión oficial del Consejo FSC (Forest Stewardship Council – FSC) es, según profesan: “Promover el manejo ambientalmente apropiado, socialmente benéfico y económicamente viable de los bosques del mundo”. Agregan: “Las personas u organismos interesados en el consumo sostenible de madera, papel u otros derivados forestales pueden buscar obtener una certificación FSC de sus productos. La certificación FSC es también utilizada para demostrar un manejo sostenible de los bosques”.
A nivel internacional, FSC tienen entre sus socios a ONGs ambientales como WWF y Greenpeace, empresas como TetraPak y Mondi PLC y organizaciones sociales como la National Aboriginal Forestry Association de Canadá, así como propietarios y administradores de bosques, empresas procesadoras, y también partidarios y miembros individuales, según difunde la propia organización a nivel internacional.
A nivel local, FSC se regula por tres estamentos: social, ambiental y económico, quienes “adaptan” e implementan las directrices y principios de este consejo internacional en los respetivos países.
Los procedimientos para que actividades económicas accedan a certificaciones se hacen a través de instancias consultoras externas, alguna de las cuales han dado sellos FSC en medio de severas críticas sociales.
La certificación FSC exige que los operadores y proveedores forestales adhieran a sus 10 principios y criterios de manejo forestal, que incluye el respeto a los derechos de los Pueblos Indígenas.
Dicha certificación se ha convertido en un estándar en los últimos años para la regulación del mercado internacional y si bien, su acceso es voluntario, en la práctica para fines de exportación es prácticamente un requisito. A modo de ejemplo, es exigido en países de la Unión Europea, cuestión que obligó a las empresas chilenas del rubro forestal a acceder a sus procedimientos ya que contaban con un impresentable sello con promoción estatal: Certfor
Fuente: Mapuexpress