“Nos preocupa, porque hay países del sur de Europa que sufre de estos problemas, pero también, porque la desertificación es un problema mundial. En ese sentido hemos financiado algunos proyectos aquí en Chile, proyectos con municipalidades, provincias y regiones, para por un lado, identificar las acciones que se están llevando a cabo e identificar las políticas públicas que se deben hacer”, indicó Dochao.
El embajador de la UE precisó que el informe “Agua en Chile”, entregado recientemente al DelegadoPresidencial para los Recursos Hídricos, Reinaldo Ruiz, es un “aporte concreto” en el objetivo de “hacer unmapeo para saber cuál es la situación de las necesidades del agua, de las necesidades de desarrollosostenible para, en una segunda fase, intervenir”.
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Actores contra la desertificación
Rafael Dochao destacó en el seminario que en la lucha contra la desertificación es necesario que tanto los actores públicos, privados, así como la sociedad civil, participen activamente en la creación de políticas públicas e iniciativas que se lleven a la práctica.
“Público, porque es el Estado responsable de que el agua sea un derecho para todos. Responsable de hacer un mapeo a nivel de estadísticas, a nivel de cuáles son las necesidades. Identificarlas y poner al servicio de las necesidades, los fondos públicos necesarios. Pero es también privado, porque tiene ese componente de que la innovación tecnológica va muy acompañada de la lucha contra la desertificación”, precisó el representante de la UE.
Por último, y no menos importante es el rol de la sociedad civil. Tanto las poblaciones implicadas, como lasorganizaciones de los diversos ámbitos tienen la labor concientizar a la gente y traspasar las propias experiencias. “El agua es un recurso que tenemos que usar de forma óptima, entre todos. En Chile se está desperdiciando mucha agua que viene de la cordillera botándola al mar. Ese es el desafío para Chile”, concluyó el diplomático.