En dos décadas Guatemala perdió 23% de área boscosa por la agricultura y la ganadería

Guatemala perdió, entre 1990 y 2010, el 23% de su cobertura boscosa, equivalente a 1.1 millones de hectáreas, según el informe Estado de la Ordenación de los Bosques Tropicales 2011, publicado por la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT) que se reúne por primera vez en el país.

Esta organización promueve la conservación y el manejo del comercio sostenible de los recursos de los bosques tropicales de sus 60 miembros, divididos en países productores y consumidores de maderas tropicales, indica Charas Mayura, administrador de la Organización Internacional de las Maderas Tropicales.

El documento señala que cada año, entre 2006 y 2010, se deforestaron 56 mil hectáreas de bosque, que representa una tasa de deforestación anual de 1.47%, lo cual preocupa a las autoridades del Instituto Nacional de Bosques (Inab).

Josué Morales, gerente del Inab, durante la inauguración de la 47 reunión de la OIMT, con sede en Yokohama, Japón, enfatizó en que, de acuerdo con cálculos del Inab y estudios de la Universidad Rafael Landívar, en el país se deforestan cada año 73 mil 148 hectáreas, como consecuencia del uso del suelo para la agricultura y ganadería, entre otros factores.

Señaló que la tala ilegal deja pérdidas por unos Q2 mil 200 millones al año y “desde la perspectiva de la institución, consideramos que la mejor forma de conservar los bosques es mediante el manejo forestal sostenible”.

Agregó que cada año ingresan al país $80 millones en exportación de productores forestales de maderas tropicales lícitos y ayudan a la conservación de las áreas.

Charas Mayura, gerente administrativo y financiero de la OIMT, destacó que el principal objetivo del encuentro es presentar propuestas y proyectos que promuevan la conservación y desarrollo sostenible para su examen y financiamiento. “En el caso de Guatemala, tenemos conocimiento que serán presentados cinco”, indicó (lea: Acerca de OIMT).

Yuri Melini, director del Centro de Acción Legal, Ambiental y Social (Calas), coincidió en que es preocupante el ritmo de deforestación y señaló que “debe ponerse en práctica la legislación forestal que destaca la importancia de la conservación”.

Siglo 21