Las empresas mineras no pueden usar cianuro en Europa. Así lo resolvió el Parlamento europeo la pasada semana, decidiendo la “prohibición general del uso de tecnologías mineras a base de cianuro” en la Unión Europea.
En la resolución, se afirma que “el cianuro es una sustancia química altamente tóxica utilizada en la minería del oro y que, en el Anexo VIII de la Directiva marco sobre política de aguas, está clasificado como uno de los principales contaminantes y puede tener un impacto catastrófico e irreversible en la salud humana y el medio ambiente y, por ende, en la diversidad biológica”.
Recuerda además que en el marco del Convenio de Sofía sobre la cooperación para la protección y el uso sostenible del Danubio, las Partes acordaron que, además de las sustancias peligrosas prioritarias en virtud de la Directiva marco sobre política de aguas, el cianuro se clasifique como “una sustancia peligrosa importante” y agrega que “en los últimos 25 años se han registrado más de 30 accidentes importantes relacionados con el vertido de cianuro, en particular hace 10 años, cuando se vertieron más de 100.000 metros cúbicos de agua contaminada con cianuro desde el embalse de una mina de oro al sistema fluvial Tisza-Danubio, lo que causó el mayor desastre ecológico de esa época en la Europa Central”.
Considera el Parlamento Europeo que “no existe ninguna garantía real de que no se vuelva a producir un accidente semejante, especialmente teniendo en cuenta el incremento de las condiciones metereológicas extremas, por ejemplo, fuertes y frecuentes precipitaciones”.
Contradiciendo las optimistas afirmaciones de las empresas mineras, que insisten en que los accidentes “no pueden” producirse, la Resolución dice que “sigue sin disponerse de reglas prudenciales” y que “la posibilidad de que ocurra un accidente es solo cuestión de tiempo y de negligencia humana”.
También apunta contra el mito de la “creación de empleo”, indicando que “el uso de cianuro en minería crea poco empleo y solo por un periodo de entre ocho y dieciséis años” a lo que contrapone que “puede provocar enormes daños ecológicos transfronterizos que, por lo general, no son reparados por las empresas explotadoras responsables, que suelen desaparecer o declararse en quiebra”.
Finalmente, el Parlamento pide a la Comisión “que ponga en marcha la prohibición completa del uso de las tecnologías mineras a base de cianuro en la Unión Europea antes de finales de 2011” ya que considera esta medida protectiva como “la única forma segura de proteger nuestros recursos hídricos y ecosistemas de la contaminación por cianuro procedente de las actividades mineras”.
La medida se sustenta en la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, así como en el Convenio sobre la Diversidad Biológica, adoptado en junio de 1992 en Río de Janeiro, y en diversas Directivas adoptadas por el Parlamento Europeo durante la presente década.
Fuente: www.lu17.com
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