En el sistema de evaluación ambiental se estaba viviendo un escenario complejo, considerando también, según Mapuexpress, la consulta indígena que intentaron implementar y que presentó una serie de vicios e irregularidades lejos de cumplir con el estándar. Por otra parte, desde algunos servicios públicos ya habían planteado que el proyecto no podía ser evaluado bajo el estudio actual de impacto ambiental.
Distintas organizaciones manifestaron la idea de retirar el proyecto debido a que la transnacional Endesa Enel de capitales italianos y españoles ocasionaron graves daños a las comunidades Mapuche Pewenche del Alto Bio Bio con la imposición de la central hidroeléctrica Ralco, lo que generó la fragmentación de comunidades, la inundación de un cementerio, el deterioro de la cultura y sus instituciones ancestrales, en un lugar en donde hay altos índices de suicidios supuestamente relacionados al conflicto y la alteración del mismo.
Es por eso que hoy en día diversas autoridades, familias y comunidades buscan impedir que Endesa imponga un proyecto considerado como perjudicial en varios ámbitos.
Luego de la oficialización del retiro por parte de la transnacional, los ciudadanos de la comuna de Panguipulli y organizaciones han manifestado que por la defensa de su territorio el haber hecho retroceder a la transnacional Endesa Enel “es una victoria de la dignidad de los habitantes de esta tierra”.
Manifestaron que la empresa ha intervenido el territorio desde el año 2007, “dividiendo familias y comunidades a través del soborno de conciencias y voluntades, para tratar de imponer sus intereses económicos por sobre la cultura, la religiosidad y las opciones de desarrollo de un pueblo”.
Hay que considerar que Endesa Enel no cuenta con ningún derecho de agua para la concreción de la Central que pretendían instalar. Por su parte, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de los Ríos, desarrolló un proceso de Consulta Indígena viciada e ilegítima, en donde, según el comunicado oficial el organismo público “concurría a las reuniones de Consulta con funcionarios de Endesa Enel, en una trasgresión gravísima del Convenio 169 de la OIT. Estas irregularidades evidencian la absoluta falta de rigurosidad técnica y administrativa del SEA de Los Ríos, y la abierta disposición a facilitar la intervención en el territorio y a favorecer los intereses de Endesa Enel; donde la propia ex Directora del SEA de Los Ríos, Pamela Godoy, afirmaba en reunión con comunidades el 08 de abril de 2015, que en el proceso de Consulta Indígena, el Estado actúa como ministro de fe entre el Titular del proyecto y las comunidades afectadas, lo que constituye no sólo un evidente desconocimiento de la aplicación de dicho Convenio, sino que estas afirmaciones invalidan indiscutiblemente este proceso de Consulta”.
Expresaron también que la intervención de Endesa nunca contempló los irreversibles impactos en la Reserva de la Biósfera, un área extensa protegida de bosques con ecosistemas de alta montaña de la zona cordillerana y precordillerana de los Andes y de importantes recursos hídricos. Por otra parte, también desconocieron la existencia de la extensa Falla Geológica Liquiñe Ofqui y los múltiples complejos volcánicos activos que otorgan a este territorio una alta peligrosidad para la vida de todos sus habitantes.
En el estudio de Impacto Ambiental antes mencionado, Endesa no reconocía la vocación turística del territorio, con el desarrollo de actividades asociadas al ecoturismo, turismo rural, agrícola, ganadero y pesca. Entonces, los estudios, informes y argumentaciones que presentaron las comunidades mapuche evidenciaron la precariedad técnica de su EIA, principalmente haciendo alusión al severo impacto en el Complejo Ceremonial del Lago Neltume.
Finalmente, en el comunicado valoraron la expulsión del nefasto proyecto Central Hidroeléctrica Neltume de Endesa Enel, pero aseguraron que se mantendrán en alerta ante las intenciones manifiestas de intervenir los espacios y recursos naturales, vulnerando los derechos de las comunidades y habitantes de ese territorio.