En medio de airadas protestas de grupos ecologistas, fue presentado un estudio ambiental para la construcción de cinco hidroeléctricas en la Región de Aysén. Organizaciones ambientalistas, tanto locales como extranjeras, observan alarmados el potencial impacto de estas obras en zonas consideradas por ecologistas clave para la preservación de la naturaleza. El proyecto se ubica a unos 1.700 kilómetros al sur de Santiago y estipula una inversión de unos 3.200 millones de dólares, precisó el informe de casi 10.500 páginas.
Además se dio a conocer que su construcción total demorará entre 11 y 12 años, según el estudio de impacto ambiental (EIA) entregado por HidroAysén (controlada por las generadoras Endesa Chile y Colbún), firma a cargo del proyecto. El gerente general de la compañía, Hernán Salazar, dijo que ya se invirtieron cerca de 12 millones de dólares y tres años en el estudio de impacto ambiental. «Hemos diseñado nuestro proyecto con los más altos estándares técnicos disponibles», dijo Salazar a la agencia Reuters.
PROTESTAS Y RECHAZO
La entrega electrónica del EIA a la Comisión Regional de Medio Ambiente (Corema) de Aysén se produjo en la madrugada del jueves y sus más de 10.500 páginas se presentaron físicamente temprano en la mañana, lejos de los ojos de periodistas y ambientalistas.
Desde temprano, grupos ambientalistas expresaron su rechazo a las represas con protestas en las afueras del recinto donde los ejecutivos de HidroAysén explicaban a periodistas detalles técnicos del proyecto.
Más tarde realizaron una bulliciosa manifestación en las afueras de la sede de la sociedad en Coyhaique y a metros de la Corema, fuertemente resguardadas por la policía local.
«Este proyecto viola gravemente la naturaleza (…) son una ofensa a la dignidad de las personas y a la creación,» dijo a Reuters el Obispo de Aysén, Luis Infanti, quien participó junto a decenas de personas de la protesta que bloqueó por momentos una de las principales calles de Coyhaique.
Los manifestantes pedían a gritos que la Corema declare inadmisible el plan ambiental de las centrales.
«Sabemos que el país necesita energía, pero no es la forma más amigable para el medio ambiente, hay otras alternativas,» dijo Héctor Caballero, un profesor que junto a un grupo de sus alumnos participó de las protestas.
«Esta no es una buena noticia para la región. Estamos en contra de este proyecto porque afectará no sólo nuestro ecosistema, sino el turismo y todas nuestras actividades», dijo Patricio Segura, miembro del grupo Patagonia Sin Represas.
Las centrales que construirá HidroAysén tendrán una capacidad instalada de 2.750 megavatios y generarán una energía media anual de 18.430 gigavatios por hora, los que serán incorporados al Sistema Interconectado Central (SIC), que abastece a más del 93 por ciento de la población chilena, publicó la agencia.