Ante el grave problema que representa la escasez de agua en muchos poblados de África, la compañía Architecture and Vision ha creado una torre de bambú y plástico biodegradable a la que llamaron “Warka Water”. Esta estructura tiene la capacidad de recolectar el agua de lluvia, la niebla y el rocío para obtener agua potable.
De acuerdo al último Informe de las Naciones Unidas (2015) sobre los recursos hídricos en el mundo, alrededor del 36% de la población total de África no tiene acceso a buenas fuentes de agua y el 70% no tiene acceso a un buen saneamiento.
Warka Water está diseñada para ser instalada en comunidades sin acceso al agua potable y funciona capturando la humedad y conduciéndola a un tanque de retención higiénica, mediante una boquilla. Funciona sin ningún tipo de combustible o fuente de energía y requiere de un mínimo de mantenimiento. Estas cualidades hacen de esta torre un recurso tecnológico perfecto para áreas en las que no sólo escasea el agua, sino también los recursos económicos, ofreciendo una solución viable y sustentable.
La torre tiene una estructura vertical de bambú con una red de plástico biodegradable que recolecta el agua del aire por condensación. Tiene 10 metros de altura y aproximadamente 4,2 metros de ancho, y puede recolectar hasta 99 litros de agua potable al día, lo cual representaría un gran avance para las comunidades en las que podrá instalarse.
Como si todas estas cualidades fueran pocas, la torre colectora de agua puede ser construida por los propios habitantes de cada aldea, porque es liviana (60 kg) y se ensambla con 5 módulos que pueden ser montados por 4 personas, sin necesidad de calificación ni uso de herramientas -de forma parecida a como se arma una carpa. Otra ventaja es que se puede instalar cerca de los lugares en que viven las personas.
Arturo Vittori, director de Architecture and Vision, explica: «En las zonas de montaña, las mujeres y los niños de Etiopía caminan todos los días durante varias horas para recolectar agua de fuentes inseguras, a menudo compartidas con animales, en permanente riesgo de contaminación. Esta situación hace que su vida sea aún más difícil y al enfocar su vida en el trabajo, la consecuencia es una grave falta de educación».
Su diseño está inspirado en el árbol de Warka, nativo de Etiopía, cuya sombra servía para que los habitantes se reunieran y organizaran. Su materialidad y estructura hacen a Warka Water un elemento no invasivo, amable con el paisaje y armónico visualmente.
Una solución tan simple y eficiente como el modelo de Warka Water, pensada para comunidades rurales pequeñas, podría significar un enorme cambio para los pueblos cuya vida gira, de una manera muy directa y palpable, en torno a las dificultades del ambiente y la obtención de recursos. No solo en África, sino en varias regiones del mundo.
Según la UNESCO, se prevé que en 2030, si el escenario climático sigue igual, el mundo tendrá que enfrentarse a un déficit mundial del 40% de agua. Por eso, la innovación en esta área es muy importante.
El concepto de Warka Water ha sido construido e implementado con varios prototipos experimentales en los últimos 3 años, y aunque todavía no ha llegado al objetivo planteado en su campaña de crowdfunding, ésta continuará, porque aún está despertando interés en gobiernos y organizaciones no gubernamentales.
El proyecto también está pensado a largo plazo, como una forma de hacer reflotar la organización y reformular la vida en las comunidades, en un plan que podría empoderar a sus habitantes para que se involucren en el aprovechamiento del agua. Para el futuro se prevé la plantación de un nuevo árbol de Warka al lado de cada torre, que se nutrirá del agua que éstas generan, con la ayuda del equipo de la comunidad dedicado a mantenerlas. Con el tiempo, cada árbol no sólo contrarrestaría los efectos negativos de la deforestación, sino que también ayudaría a mantener un ciclo de humedad para que la torre funcione de manera más eficiente, optimizando la producción de agua.
En este link se puede utilizar el dinero de manera noble y productiva, apoyando este proyecto en su campaña de crowfunding (financiación masiva). Cada gota cuenta.
El Ciudadano.