Un video de un oso polar famélico que arrastra su cuerpo raquítico se ha convertido en otro trágico símbolo del cambio climático. El registro fue tomado por el camarógrafo Paul Nicklen, de National Geographic, en las Islas Baffin, Canadá.
«Cuando los científicos dicen que los osos se están extinguiendo, quiero que la gente se dé cuenta de cómo se ve. Los osos morirán de hambre. Así es como se ve un oso muerto de hambre «, dijo Nicklen en una entrevista con el medio dedicado al medio ambiente y las ciencias.
En el video se ve al oso moverse con gran dificultad con sus frágiles piernas, debilitadas por la atrofia muscular. Está hambriento y sin opciones y vaga cerca de un asentamiento humano buscando alimento en un basurero que está vacío.
Este acto es más de lo que animal puede soportar, por la escasa energía que tiene, y finalmente se desploma.
No es raro que esta especie pase meses sin comer, esperando que el hielo se solidifique y su fuente de alimento -las focas- vuelva a aparecer. Pero el cambio climático está prolongando el tiempo que los osos se quedan en tierra, extendiendo su temporada de ayuno y provocando la desaparición de muchos.
En el momento en que el oso sufría, había poco que Nicklen pudiera hacer. En Canadá es ilegal alimentar a los osos polares y el fotógrafo no tenía carne de foca a mano, lo que a la larga hubiera sido insuficiente para sostener a la criatura.
En cambio, dijo, lo mejor que pudo hacer fue evitar que la muerte del oso fuera en vano, revelando al mundo los peligros que enfrentan las criaturas por causa de lo que generamos los humanos, como especie. Al compartir la historia de este oso polar, el fotógrafo espera transmitir un mensaje más amplio sobre el calentamiento de la Tierra.
En su cuenta de Instagram, Nicklen escribe: «No hubo salvación para este oso en particular. La gente piensa que podemos poner plataformas en el océano o podemos alimentar a un oso muerto de hambre. La verdad es que si la Tierra continúa calentándose, perderemos osos y ecosistemas polares enteros».
«Este gran oso macho no era viejo y ciertamente murió a las pocas horas o días desde este momento», dice.
«Pero hay soluciones», agrega. «Debemos reducir nuestra huella de carbono, comer la comida adecuada, dejar de talar nuestros bosques y comenzar a poner la Tierra, nuestro hogar, en primer lugar».
Otra de los profesionales que estaban en ese momento, la fotógrafa Christina Mittermeier, explicó en NG por qué el equipo se vio incapacitado de ayudar al animal: «Algunos nos han criticado por no hacer más para ayudar al oso, pero estábamos demasiado lejos de cualquier pueblo para pedir ayuda y acercarnos a un depredador hambriento habría sido una locura. Al final, hice lo único que pude: utilicé mi cámara para asegurarme de que pudiéramos compartir esta tragedia con el mundo».
El Ciudadano