El año 1996 el Ministerio de Educación promulgó el decreto que declaró al Estero Quitralco como “Santuario de la Naturaleza”, una de las categorías de Monumento Nacional, en razón de una especial preocupación del gobierno de la época por la “mantención y el resguardo de las especiales características ambientales” de este fiordo.
Sin embargo, un año antes de la promulgación del mencionado decreto, el Estero había comenzado a recibir las operaciones de engorda de salmónidos, representadas actualmente por nueve concesiones acuícolas de la empresa ACUINOVA (filial de la española Pesca Nova, hoy operadas por Marine Harvest).
“En estos centros se han manifestado toda suerte de plagas y enfermedades de peces que obligan a los operadores de estas concesiones a la utilización, bajo un control estatal que sólo existe en el papel, de antibióticos, pesticidas y desinfectantes para el control de infecciones virales, bacterianas y parasitarias, que no muestran resultado alguno”, señala Héctor Kol, biólogo marino, del Programa Marino de CODEFF Filial Aisén.
Cabe destacar que en el Estero Quitralco no se han realizado estudios de capacidad de carga que demuestren que el medioambiente acuático-marino es capaz de resistir las descargas principalmente de desechos biológicos que provienen de proyectos operativos. “No hay un solo estudio técnico que limite la producción salmonera para evitar que se degraden las condiciones ambientales que, en el caso de Estero Quitralco, ameritaron la declaratoria de Santuario de la Naturaleza. Esa ausencia de estudios se ha pagado con degradación ambiental, con la generación de condiciones anaeróbicas, que implica el no disponer de oxígeno suficiente para mantener la vida acuática”, agrega Kol.
Además de Santuario de la Naturaleza, el Quitralco es una “zona preferente para la preservación”, según la Zonificación del Uso del Borde Costero consagrada en el año 2005 por el Ministerio de Defensa. El biólogo marino indica que “en un sitio donde el Estado, a través de dos ministerios, ha expresado el interés nacional por su valor escénico y biológico, se usan pesticidas, desinfectantes y antibióticos que se aplican, en formas y cantidades, que el mismo Estado no puede controlar, mientras los servicios de evaluación ambiental siguen aprobando ampliaciones de producción”.
En abril de 2016, CODEFF Aisén presentó al municipio local una acción por daño ambiental que incluía la situación anaeróbica de tres centros ubicados en el Santuario. “El ente municipal derivó la denuncia a la Superintendencia de Medio Ambiente y al Consejo de Defensa del Estado. Asimismo, se presentó esta acción al Consejo de Monumentos Nacionales, en junio de ese año. No obstante, hasta la actualidad no se conoce respuesta desde estos órganos públicos”, enfatizó Peter Harttman, director de CODEFF Aisén.
Asimismo, en julio de este año, CODEFF presentó a la Gobernación Marítima de Aisén una solicitud para verificar la posición de las estructuras de cultivo (balsas-jaulas y pontones de alimentación) de las salmoneras emplazadas dentro del Santuario. Dadas las evidencias que ya constató la Contraloría General de la República a través de auditorías realizadas al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) y a la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), donde el 72% de los centros salmoneros presentaron operaciones en lugares no-autorizados.
“Las imágenes disponibles en Google Earth (GET) muestran que al menos cinco de los nueve centros instalados en Estero Quitralco realizaron o realizan operaciones de producción de salmónidos en forma ilegal, ubicando sus balsas-jaulas y pontones de alimentación a casi 300 metros fuera de las concesiones que se les han otorgado”, denuncia finalmente Héctor Kol.