El estiércol de ganado genera emisiones de CO2 al medio ambiente, pero una artista holandesa está usando un proceso químico para convertirlo en algo útil a la humanidad: ropa. Su técnica innovadora convierte el estiércol en una variedad de materiales como tela, plástico biodegradable y papel.
A partir de esta materia prima, se confeccionan prendas, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático en un concepto denominado la moda sostenible.
En esta onda, marcas de lujo como Gucci, Yves Saint Laurent y Stella McCartney han apostado por nuevos materiales amables con el medio ambiente y sin explotación laboral.
Trabajando en su laboratorio, Jalila Essaïdi descubrió que el estiércol proporcionaba la base para un nuevo material biodegradable y los químicos necesarios para producirlo. Empezó separando los residuos, con el estiércol seco utilizado para extraer la celulosa pura de la hierba que comen las vacas. Del estiércol húmedo extrajo ácidos utilizados para crear acetato de celulosa, un plástico líquido natural. Esto se utilizó para hacer fibras, que más tarde se convirtieron en telas o bioplásticos, pero que también pueden ser liofilizados para crear un aerogel.
Tela de estiércol
El nuevo material fue nombrado Mestic, por mest, la palabra holandesa para el estiércol. Essaïdi alega que tiene las mismas propiedades que el plástico derivado de combustibles fósiles, pero es biodegradable. Mejor aún, la degradabilidad puede ser ajustada en el laboratorio, por lo que es posible crear materiales que duran diferentes lapsos de tiempo, dependiendo de su propósito.
“Esta no es la primera vez que los científicos buscan maneras de resolver el problema del estiércol, pero es la primera vez que el estiércol está siendo considerado como un recurso valioso”, dijo la diseñadora holandesa.
“Vemos el estiércol como un material de desecho, algo repugnante y maloliente. Pero el aceite (usado para hacer fibra) no es limpio y hermoso al principio. Realmente tienes que mostrarle a la gente la belleza oculta si transformas esta celulosa”, dijo Essaidi a The Guardian.
https://www.youtube.com/watch?time_continue=13&v=W–MlGshimY
Refinería de estiércol
Su compañía, llamada Mestic trabaja con 15 granjeros de Eindhoven (Países Bajos) para crear una refinería industrial de estiércol desde 2016. El proceso consiste en recolectar estiércol seco, que es una combinación de orina y popó de vaca, que es 80% agua. Se separa la fracción seca de la húmeda y mientras se fermenta, se extrae y se transforma la celulosa, que es la hierba y el maíz que comen las vacas.
“La ventaja es que no se necesita un proceso industrial químico, porque el estómago de la vaca es el primer paso para hacer que la fibra sea más suave. Es más eficiente energéticamente también”, explica la diseñadora.
Propiedades químicas
El estiércol contiene carbono y nitrógeno, y cuando grandes cantidades de estiércol se almacenan en estanques grandes, se descomponen sin oxígeno y producen metano. La cantidad de metano depende de la cantidad de estiércol que se produce y de cuánto se descompone anaeróbicamente; ambos tienden a ser más altos en los comederos donde el ganado vive y se alimenta en lugares cerrados y el estiércol se almacena como líquido en los estanques.
Ese es el proceso que se “salta” la empresa Mestic, contribuyendo, aunque sea poco, a la lucha contra el cambio climático. Las vacas colectan la biomasa, la procesan, la regurgitan y luego el ácido de sus cuatro estómagos y las enzimas atacan la celulosa que sale en fibras más finas. Según la página web de Mestic, ni las fibras ni las prendas tienen olor.
«El mundo ya está consumiendo el equivalente a aproximadamente 1,6 millones de recursos del planeta cada año, y hay una oportunidad urgente de cambiar a un modelo donde se recuperen materiales valiosos (…) Fashionista o no, todos vamos a tener que acostumbrarnos a materiales no convencionales ya que no podemos confiar en el algodón, por ejemplo» sentenció.