Estudio confirma efectos de relaves mineros en salud de escolares de Chañaral

Su principal objetivo fue verificar la existencia de relación entre la concentración de material particulado (MP) y efectos agudos en la salud respiratoria de corto plazo. Se midió la contaminación del aire en MP 10 y 2,5 en colegios y residencias de niños entre 6 y 15 años seleccionados al azar.

Estudio confirma efectos de relaves mineros en salud de escolares de Chañaral

Autor: cataantin

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El estudio “Evaluación de los efectos agudos por exposición continua a material particulado proveniente de relaves mineros sobre la salud respiratoria de escolares de la ciudad de Chañaral”, a cargo del Prof. Dante Cáceres, investigador principal y jefe del Programa Salud Ambiental de la ESP, fue financiado por el Fondo Nacional de Investigación en Salud, en el cual participaron activamente 110 niños y niñas de la comuna de Chañaral durante 2011 a 2014.

Para lograr estos objetivos se monitorearon los niveles de material particulado PM 10 y PM2.5 y, simultáneamente, se realizaron espirometrías seriadas durante un lapso de 7 meses.

“Entre los resultados encontramos relación entre los niveles de material particulado fino exterior (MP2.5) y cambios en la función pulmonar, especialmente en la capacidad vital forzada que se manifiestan 4, 12, y 24 horas después de la exposición, lo que habla de los efectos acumulativos del MP. Por otra parte, y como un objetivo secundario, se determinaron puntualmente los niveles de MP 2.5 y polvo sedimentado enmicroambientes escolares (sala, oficina, patio) de jardines y escuelas básicas, durante la jornada escolar en diferentes estaciones del año”, explica el investigador.

Afirma: “Se determinaron elevados niveles de MP en patios, especialmente en aquellos recintos escolares más próximos al área de la playa de la bahía de Chañaral. Durante otoño e invierno estos niveles fueron superiores a los exteriores, muchas veces superando la normativa diaria ambiental para este tamaño de partícula (50 ug/m3). Sin embargo, se puede inferir, que los niveles son mayores en verano, pues Chañaral está situado en una cuenca, y los vientos durante esta época van hacia la costa, por lo tanto se levanta este material impactando la zona urbana”.

En relación a la composición del material particulado, el académico afirma “existe una alta correlación y distribución con el material encontrado en espacios interiores y exteriores, predominando una mezcla de elementos presentes en corteza terrestre y elementos que configuran fuentes de actividades industriales, como son los encontrados en desechos de la minería. En general, al analizar algunos metales pesados como arsénico, niquel, cromo, cadmio, mercurio, manganeso, plomo y vanadio (en PM10 y PM2.5), sus concentraciones estuvieron bajo las guías recomendadas por la OMS, las cuales son recomendaciones anuales, por lo que no es fácil hacer la comparación”.

Además del material particulado, el equipo de investigación midió metales en el polvo sedimentado de los recintos escolares, encontrando elevados niveles de cobre, zinc, arsénico y plomo. En el caso del cobre, la concentración superó los estándares internacionales. En ese contexto, el profesor indica que “en Chile no tenemos normativas para suelo, por lo cual se debe trabajar en esta línea”.

El Dr. Cáceres releva que “estos resultados son preocupantes, porque si existe este tipo de MP que tiene altos niveles de metales pesados, muchos de ellos pueden tener efectos en salud a largo plazo. Los niños están en pleno crecimiento, lo que los hace más susceptibles a la exposición de contaminantes, máxime si ésta es constante. Para ello, hay que seguir estudiando con fondos asignados para estas áreas.

Al respecto el académico señala que “la contaminación de suelos en nuestro país es un tema bastante complejo y grave. Hay que enfocarse en lo que corresponde a la exposición, porque una cosa son los contaminantes y otra que exista la exposición. Es decir, que la población esté en contacto con ellos. Es complejo, porque las personas viven ahí, hay que ver cómo mejoramos la calidad de vida de la población impactada. Es un problema que hay que abordar desde el punto de vista multidisciplinario”.

Tras la realización del estudio, en marzo de 2015, la ciudad de Chañaral fue azotada por el aluvión, lo que, eventualmente, modificaría los resultados obtenidos. Por ello, el Dr. Cáceres adelanta que “la idea es continuar con los estudios, ya que la topografía cambió producto del aluvión, el cual revolvió todos estos contaminantes nuevamente. La partícula está muy contaminada con metales pesados, que es donde queremos investigar”.

Según explica, “este proyecto surge a raíz de una llamada de la Seremi de Salud Atacama de ese entonces (2009), Dra. Pilar Merino, quien solicita la elaboración de términos de referencia para licitar un estudio en Chañaral para ver los efectos en salud que podían tener los relaves mineros, ya que había una promesa de fondos para investigar. Como no obtuvieron el financiamiento, y había preocupación e interés por el tema, postulamos al fondo concursable FONIS, a lo que se sumó el apoyo del Fondo de Investigación de la escuela de Salud Publica de nuestra Universidad.

Este 11 de octubre fue día clave: el profesor Cáceres y su equipo presentaron los resultados a la población de Chañaral. Al respecto señala que “los padres y apoderados que asistieron preguntan ‘doctor, ¿qué podemos hacer ante esta situación?’, la respuesta no es fácil, ya que las personas viven allí y la playa sigue contaminada. Llama la atención que a pesar de estar invitadas las autoridades comunales, solo asistió una concejal… Me queda por agradecer a los niños y niñas que participaron y a los padres por la disponibilidad y disposición a participar en el estudio. Ahora los resultados están en manos de las autoridades, que son los mandatados a manejar el riesgo y a dar respuesta de gestión ambiental adecuada y en plazo razonable para atender consultas del estudio, en especial a los niños y sus padres”.

El equipo de investigación estuvo compuesto por el epidemiólogo Dante Cáceres; la kinesióloga Karla Yohannessen; el geógrafo, José Miguel Klarián; los bioestadísticos Sergio Alvarado y Claudio Silva; la médico broncopulmonar, Daniela Vidal; la ingeniero ambiental Stephanie Mesias; el biólogo ambiental,Cristian Osorio.

Fuente: Universidad de Chile


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